Una de las ‘revoluciones’ más sonadas de los últimos tiempos, fue la protagonizada por la recogida de empapadores, medicinas, insumos… Algo que nunca nos perdonarán los venezolanos, y que a mi me ha dejado muy afectado. Ofrecí nuestra ayuda, se nos utilizó, y todo lo recogido, lo necesario e imprescindible en Venezuela se ha quedado, y, ya no sabemos dónde está. He buscado por chivatazos de terceros algunas tiendas esperando encontrar… ¡qué más da! Las gentes que se encargaron de enviar las medicinas (…) a Venezuela siguen sin mandarlas. Hay trescientos kilos comprometidos de una empresa de envíos, a los que les deben cinco mil euros de los últimos hechos y no cobrados. Se trata de utilizar la buena fe, y el ‘compañerismo’ mal entendido, porque después, los envíos propios se hacen por valija. ¡Ahí, no hay límites!
Estoy limpiando mi cabeza y ordenando mis sentimientos, porque me dan ganas de tirar la toalla. Es una verdadera pesadez, y me encantaría correr a coñazos a todos esos que no hacen más que poner palos en la rueda para que se escacharre el carro. Busco una justificación a tanto ladronicio de uno y otro lado. Los que ayer alzaron al todo poderoso Chávez, hoy están en el púlpito de las oraciones más rancias contra el régimen que les hizo ricos. Por no hablar de otro tipo de ‘políticos’ disfrazados de mapuche y que son capaces de soplar y sorber a la vez, una difícil técnica, como no se realice a la vez por boca y ano. Pero, éstos lo logran. No se pueden perder ni un dólar. Hay que robar a toda prisa que esto se acaba. Para vender una resma de papel de prensa, tienen que garantizar mordidas para todos, para los indefendibles, y para los que están pillados por la avaricia del ¡todo vale! Venezuela es una tierra que se desangra, y a la que han enviado a José Luis Rodríguez Zapatero, un hombre de ‘Estado’ que no se entera de nada, y que quiere firmar una alianza con los primates y otra con los muertos de la Guerra Civil española, que no vivió, pero que únicamente él sufrió y padeció. ¡Pobre Pequeño: sufriendo, y sin encontrar para su mal remedio! Venezuela necesita una dictablanda en la que un hombre como Ramos Allup pueda llevar el país a un punto de reencuentro en lo emocional, y a una salida a una crisis provocada en el Rincón con ‘más recursos’ del Planeta.
Pero, la entrada de rencillas, peleas, dobles morales… hay que dejar que roben todos, para que estén de acuerdo. ¡Qué más da inflar un poco el precio, si lo paga el ministerio del petróleo!
Es indefendible la postura de los Castro que quieren modernizar su Cuba ‘Libre’ a través de acuerdos con el Gringo. Alianzas que como llegue el ¡Pato Donald Trump Boom! van a volar por los aires. ¡Menudo temperamento! ¡Menudo error político a la americana! Esta situación da posición a los amigos de los hermanos Castro y a su régimen de hambre, horror, retraso, sangre… a ocupar, con su política disfrazada de religión, un espacio reservado para los pobladores de Venezuela. El modelo ha sido trasladado a una sociedad que no lo entiende, y mucho menos lo desea. Venezuela quiere ser libre, estar informada con realidad, y dispuesta a asumir todos los robos que se consideren necesarios, para la buena marcha de las cosas. ¡Qué pena! Que falta de honestidad intelectual… Pero, es mejor empezar de cero TODOS, que empezar desde mil la mitad… Hay que evitar más derramamientos de sangre, y que Zapatero enseñe de lo que sabe…