Para el dirigente político tachirense Walter Márquez la unidad debe resguardarse para enfrentar las amenazas antidemocráticas del radicalismo oficialista.
Walter Márquez
, dirigente político tachirense y exparlamentario nacional, señaló que tanto chavistas como opositores de base sufren los mismos problemas: escasez, delincuencia e inflación. Este es el factor motivador de miles de protestas que se viven en el país.
Considera que la protesta social debe ser coordinada ya que las razones para protestar, independientemente del gremio o comunidad, son siempre las mismas. “La raíz es la incapacidad de un Gobierno y un modelo político para darle al país un camino de progreso y desarrollo. Este modelo político, más cercano a la vieja política y al militarismo, se encuentra colapsado y tiene que ser desalojado del poder”.
Afirma Walter Márquez que la oposición debe trabajar sobre los escenarios que están desarrollándose en el país. Para él es un error manejarse sin tomar en cuenta este principio básico de la gerencia, especialmente en tiempos tormentosos.
“Son cuatro los escenarios que se desarrollan ante la crisis que vive Venezuela: presión de la oposición para lograr democráticamente los cambios, estallido social, autogolpe por parte de factores radicales del Gobierno y el escenario del clásico golpe de Estado impulsado por factores medios de la oficialidad”.
En estas aguas se mueve el país y, considera el parlamentario, la oposición debe tener respuestas para cada uno de ellos.
Asamblea corresponsable
“La Asamblea Nacional es corresponsable del plan del ejecutivo para el desconocimiento de los diputados indígenas en el Amazonas”. Así lo estima Walter Márquez, dirigente político tachirense para quien, desde el parlamento, no se activaron las posiciones frontales de defensa del triunfo de la oposición.
Exparlamentario y con amplia experiencia en la defensa de los derechos humanos a lo largo del país, Márquez reconoce que la oposición venezolana se encuentra en una cruzada por diversos intereses y ello impidió una posición más firme para la defensa de las dos terceras partes del voto parlamentario en el Parlamento.
“Jorge Rodríguez se inventó un presunto fraude que fue convalidado por el Tribunal Supremo de Justicia, que fue avalado por el Presidente de la República, respaldado por el Consejo Nacional Electoral y, contradictoriamente, también por la Asamblea Nacional de mayoría opositora intimidada por la figura del desacato”.
Señaló el dirigente político que la figura del desacato es propia del derecho penal y allí el juez impone su sanción. En el derecho administrativo la experiencia demuestra que el desacato se sanciona con la imposición de multas pero este “desacato parlamentario” es una ficción.
“Constitucionalmente el poder judicial no tiene la potestad de sancionar a un poder originario como lo es la Asamblea Nacional en su conjunto. Solamente por causas muy específicas, se puede sancionar a uno u otro parlamentario, pero no al conjunto del parlamento”.
Defender la MUD
Walter Márquez
es enfático al señalar que la Mesa de la Unidad, debe ser defendida y fortalecida. En realidad es el único partido de la oposición real que tiene Venezuela acreditado ante el CNE ya que las demás organizaciones dependen del capricho de las rectoras del poder electoral según el político.
“La MUD ha cometido errores. Uno de ellos fue la inmovilización. Toda negociación con este Gobierno debe hacerse desde posición de fuerza no desde el inmovilismo. Eso lo aprovecha permanentemente el gobierno para hacer su juego”.
Califica como una burla el tema de los presos políticos. “El gobierno libera dos y mete presos a otros cinco. La oposición tiene que hacer pública una firme posición sobre el tema: liberación para todos los presos políticos. No deben existir presos políticos en una democracia”.
Sobre el tema de la MUD, Walter Márquez señala que las decisiones se encuentran bajo el control de cuatro partidos políticos: Primero Justicia, Acción Democrática, Voluntad Popular y Un Nuevo Tiempo.
“La MUD se enfrenta a la necesidad crucial de superar el desencanto de la gente. Se debe entender que debe ser un proyecto inclusivo, que sume factores no partidistas para ser un movimiento de masas”.
¿Más revolución?
Walter Márquez
estima que la oferta de “más revolución y menos elecciones” hecha por Diosdado Cabello esta semana es una muestra de la mentalidad militarista y poco democrática de quienes actualmente conducen al país.
Asegura que estamos al frente de lo peor de la vieja política y el militarismo ancestral que históricamente ha marcado los ciclos políticos en la historia venezolana.
“Aquí lo que hay que tomar en cuenta es lo siguiente: el chavismo siempre anuncia lo que va hacer. Ellos actúan de forma prepotente y adelantan su jugada. Hay que tomar en serio estas amenazas. No quieren elecciones y harán todo lo posible para evitarlas. Desde la oposición hay que hay que enfrentar estas acciones violatorias de la Constitución”.