Un joven padre de familia asegura que su calidad de vida ha disminuido radicalmente, por lo que votará en las elecciones parlamentarias. Asegura que el cambio es urgente.
Arte de magia para subsistir es lo que le toca hacer a Félix Barreto, un joven padre de familia dedicado a la fotografía que no dudó en hacer su llamado al voto en las próximas elecciones parlamentarias, para enrumbar a Venezuela hacia nuevos horizontes.
El llamado al voto se incrementa en todos los sectores y la participación de los ciudadanos es cada vez más inminente y para el venidero proceso electoral del 6 de diciembre, pareciera que la abstención no cabe en la posibilidad de los venezolanos.
“Si me dicen que tengo que hacer 20 colas para votar en las elecciones parlamentarias… ¡las hago!”.
Barreto espera que se respeten los resultados de las elecciones parlamentarias en Maracay y el resto del país. De resultar ganadores diputados de la oposición, espera que el partido oficialista no coloque legisladores paralelos y citó casos como el nombramiento de la autoridad para la defensa del municipio Mario Briceño Iragorry, Víctor Flores, representante del partido de Gobierno quien perdió la contienda en elecciones municipales contra el candidato opositor, Delson Guárate. O también el caso de Elías Jaua nombrado también como “protector” del estado Miranda tra perder las elecciones regionales contra el candidato de la Unidad, Henrique Capriles Radonski. En ambos casos se les considera como autoridades paralelas.
Barreto está convencido de que la situación de Venezuela no se resuelve de la noche a la mañana, sino con trabajo y compromiso de los venezolanos.Sostiene que la salida del país es con el sufragio, sin violencia, aunque considera que existe nerviosismo y que dada la circunstancia, se pueden presentar hechos violentos.
“Espero que todo se desenvuelva en sana paz, ya está bueno vale, cada vez que voy al mercado las cosas suben, suben y suben y el sueldo no alcanza para nada, me ha tocado hacer arte de magia porque lo que gano es exclusivamente para comprar comida”.
Dijo decepcionado que ha disminuido drástica y radicalmente su calidad de vida. Está de vacaciones en su puesto laboral y aún así, no pudo salir y menos con la familia. Apuntó que cuando se es padre de familia hay que pagar colegio, servicios básicos, comida y el desespero invade al ver que no rinde el dinero en el país.
“Estoy de vacaciones y no pude ni siquiera ir a la playa que la tenemos aquí cerca, ando con la ropa toda viejita porque no alcanza para comprar ropa ni zapatos trimestralmente como hacía antes”.