El párroco de la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá, Eleuterio Cuevas, se pronunció en torno al incidente protagonizado por la alcaldesa de Maracaibo, Eveling Trejo y efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) el pasado 18 de noviembre durante la eucaristía del Día de La Chinita. El video de Eveling Trejo de Rosales deja registrada la agresión en la que fueron golpeadas además su hija y su madre octogenaria.
Cuevas aseveró había un acuerdo con respecto al ingreso de las personalidades políticas de la región para su acceso a la celebración, pero que el equipo de la Alcaldía de Maracaibo, comandado por Juan Pablo Lombardi, no los respetó, por lo que manifestó que de haberse seguido los parámetros establecidos no se habría presentado ningún caso de alteración del orden público.
“El bochornoso incidente se debió a una deslealtad del equipo de seguridad de la alcaldesa de Maracaibo”
“Nosotros habíamos hecho reuniones de planificación y seguridad con las autoridades para salvaguardar a los feligreses y coordinar los accesos al campo eucarístico, el acuerdo era que todas las autoridades entrarían por la parte posterior de la Basílica, si hubo un cambio de seña, y la alcaldesa quería entrar por el pasillo central, debieron notificarlo para darle entrada por donde ella quería”, critica Cuevas.
Sin embargo, criticó los excesos de la GNB al vulnerar a una mujer y mucho más a una autoridad que merece respeto por su investidura, por lo que pidió disculpas a todos los presentes.
Por su parte el director de la Alcaldía de Maracaibo, Juan Pablo Lombardi, señaló que la municipalidad sí fue convocada a una reunión que, en lugar de ser realizada por representantes de la Iglesia, fue dirigida por un coronel quien informó sobre los accesos, controles y el horario del evento.
“Ante esta situación pregunté, si por más de 20 años las autoridades civiles, universitarias, entre otras, siempre habían ingresado por el pasillo central, ¿por qué ahora no lo permitían? A lo cual el coronel respondió que eso era un pasillo de honor y que por ahí no entraba nadie”, manifiesta Lombardi.
Detalló Lombardi que al percatarse de que la reunión fue realizada para impartir instrucciones militares, decidió retirarse del lugar.
“En ese momento me despedí mi amigo el Padre Eleuterio Cuevas y le dije que algún día recuperaremos estos actos para la Virgen, la feligresía y la gente, él me respondió diciendo ¿qué puedo hacer?», asevera Lombardi.
En cuanto a las agresiones a las que fue sometida Eveling Trejo, parte de su familia detalló que estos ingresaron por las inmediaciones de la Plazoleta de la Basílica, lugar destinado por los medios de comunicación social para rendir declaraciones en torno al evento religioso.
“En vista de que previo a su llegada, el secretario de Gobierno ya había pasado por ese lugar, ella junto a su familia pensó que tenía el mismo derecho de hacerlo, y una vez ahí se le pretendió impedir el paso ocurriendo los tristes hechos que ya todo el mundo conoce, y donde una vez que entra fue objeto de violencia no solo al ingresar sino durante todo el recorrido”, finaliza Lombardi.