“Llevo cuatro semanas viniendo al sorteo de venta de baterías para carros y la única vez que salió mi cédula no había para mi vehículo”.
Con molestia e indignación se manifiestan algunos ciudadanos de Maracaibo ante la escasez de baterías para carros que afecta no sólo a los profesionales del volante sino a aquellos que tienen varado su carro en el garaje de sus casas, porque el poco inventario de auto partes no logra dar abasto a la demanda, por lo que deben cruzar los dedos para que su nombre y cédula salgan en el sorteo de baterías.
Nelson Romero, un taxista de la ciudad, contó a El Correo del Orinoco, que lleva poco más de un mes a la espera de que en las distribuidoras lleguen baterías para carros, calificó esta modalidad de ‘sorteo’ como un mal necesario, pues aseveró que los bachaqueros también hacían de las suyas en estos establecimientos, ya que se apostaban desde tempranas horas de la noche para adueñarse de los primeros puestos y luego venderlos.
“Aquí es para el que tenga suerte, sí tu cédula sale pues bien y si no pues te toca intentar de nuevo, ah y también a ligar que haya de la que requiere el carro…, antes era peor porque había que pagarle a los bachaqueros por un puesto de los primeros de la cola, esto era una mafia”.
Un chófer de tráfico, llamado Carlos Quintero, criticó fuertemente la situación, pues precisó que anteriormente sólo se preocupaba de reunir el dinero para hacer el cambio de batería, ahora el desasosiego es por partida doble.
“Antes no hacía cola, iba y venía, todo era rápido, esto es una humillación por la que estamos pasando ¡¿Cómo es posible que uno no tenga libre acceso de compra de baterías para carros y tenga que esperar por un sorteo para poder tener una?! ¡Y todavía dicen que estamos bien!”.
Mario Vinci, con desagrado alegó que lleva un mes yendo a estos sorteos y que tiene alrededor de dos meses con su carro parado, confesó que va a una de las distribuidoras en la que recogen el documento de identificación a las 6 de la mañana y media hora después comienzan a nombrar a los conductores al azar, precisó que al menos en este local no pierde la mañana y llega a tiempo a su trabajo.
“Llevo cuatro semanas viniendo al sorteo de baterías para poder comprarla, la única vez que salió mi cédula no había para mi carro, gasto en taxi todos los días porque uno se debe venir en la madrugada y a ligar que no te roben, los primeros días pensando que sería rápido el proceso me traje mi carro remolcado por una grúa pero no, no doy un bolívar más”.
Pidieron a los entes competentes solventar con prontitud la situación con las baterías para carros, pues aseguraron que el tiempo que llevan con su automóvil, irónicamente inmóvil, les está restando ganancias, ya que viven de lo que obtienen con sus vehículos.