La falta de transparencia y la inseguridad jurídica con las empresas privadas, que se evidencia con 20 demandas pendientes en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones, coloca a Venezuela como un país poco fiable para hacer inversiones.
En un trabajo realizado por El Nacional, Fanny Migliore, investigadora del Centro de Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad señaló que el gobierno puede dar algunas señales de su interés por atraer inversiones, invitando al sector privado, para arreglar la economía.
Sin embargo, la falta de confianza en Venezuela siempre prevalece en los inversionistas porque el Ejecutivo cambia las reglas permanentemente, a lo que suman los excesivos controles, las expropiaciones y las estatizaciones.