En Venezuela los perros calientes solían ser la opción de comida rápida más económica, pero en el último año su precio ha aumentado más de 300%.
La crisis económica en Venezuela afecta todos los sectores. Los vendedores de perros calientes en Caracas explican que los precios se han incrementado considerablemente en el último año y cada día se hace más difícil trabajar.
Conseguir ingredientes como el pan, la mostaza y la mayonesa no es tarea fácil. Lo mismo ocurre con los potes y bolsas plásticas, instrumentos para el trabajo de quienes realizan esta versión criolla del «hot dog».
«Va a haber un tiempo en el que dejaremos de trabajar porque sin plata la gente no compra».
El señor Vidal Saya, quien tiene 20 años vendiendo «perros» en Caracas, recuerda que el año pasado el precio era de 50 bolívares, mientras que actualmente el más sencillo se ubica en Bs. 200; más del triple.
Saya ve con buenos ojos las medidas de control de precios establecidas por el gobierno nacional, pero asegura que «hay que ponerse de acuerdo; todos con los mismos precios».
Los compradores entienden que «no es culpa de ellos».
«Uno hace el esfuerzo. Antes uno buscaba para brindarle a la gente; ahora uno está esperando a que la gente se vaya para comer uno solo», dice Andy Navas, quien tenía como costumbre comer regularmente este tipo de comida rápida, pero ahora «ni un perro caliente». En los últimos meses ha tenido que cambiar sus hábitos alimenticios, pues el dinero no le alcanza.
Navas no tiene esperanza de que la situación cambie en los próximos meses.
«La economía está muy inestable. Ellos dicen que toman medidas, pero nunca se cumplen. Decían que en dos meses se arreglaba y mira (…) Aquí no va a haber navidad para nadie».