Ante la escasez de fármacos, algunos venezolanos han optado por tomar medicamentos que guardan en sus casas y que ya se encuentran vencidos.
Mariana Rodríguez, de 29 años de edad, tuvo su última crisis asmática hace uno año, pero recientemente se vio en la necesidad de volver a utilizar su inhalador. Luego de recorrer más de cinco farmacias y no conseguir el medicamento regresó a su casa y consiguió uno que se había vencido hace 8 meses.
«Me lo tuve que tomar porque casi no podía respirar y pues eso era lo único que tenía», comenta.
Aunque los médicos consultados explican que los medicamentos pueden ser tomados hasta seis meses después de la fecha de vencimiento que marca el empaque, no recomiendan hacerlo, pues cada componente reacciona de manera distinta y tiene un efecto particular en el organismo.
A pesar de los riesgos, los venezolanos se han visto en la necesidad de tomar «lo que se consigue», pues la escasez no les permite cumplir con los tratamientos indicados por los especialistas.
Una señora consultada en una farmacia caraqueña explicó que además de tomar medicamentos que no se encuentran en fecha vigente, también ha tenido que sustituir algunos por remedios caseros.
«Uno va a la droguería y no consigue nada, toca usar las recetas de la abuela. Miel, limón, sábila y bueno, tratar sobre todo de no enfermarse».
Al ser consultada sobre los riesgos de tomar medicinas vencidas, la señora respondió: «Es preferible tomarse una pastilla que te hará la mitad del efecto a no tomarse ninguna».
La escasez de medicinas llega a 80%, según cifras de la Federación Farmacéutica Venezolana. Sin embargo, alertan que puede aumentar en los próximos meses si no se toman medidas correctivas.
Desde la Asamblea Nacional, la mayoría opositora aprobó decretar la crisis humanitaria en salud, pero el Ejecutivo se niega y señala que se trata de una estrategia mediática y política en contra del Gobierno de Nicolás Maduro.