Hambre y trabajo pasan ancianos porque la vejez en Venezuela es un castigo por falta de atención gubernamental
La vejez en Venezuela es un castigo. Aquí no hay Misión Amor Mayor que valga cuando ancianos pasan las de Caín porque pasar hambre y trabajo se convirtió en el pan nuestro de cada día.
No solo muestran los años en cada pliegue de la piel ni el cansancio en cada cabello plateado. La mirada de los ancianos gritan la desidia a la que son sometidos por parte de las autoridades, quienes lejos de asegurar los últimos años de vida de hombres y mujeres, aceleran su partida.
En Aragua, el vivo ejemplo se observa en el Centro de Salud Social y Residencial “Capitán Luis Rafael Pimentel”, nombre muy largo que encierra una sola realidad: abandono del gobierno regional. Allí en el barrio Ezequiel Zamora de San Mateo, municipio Bolívar, se erige el ancianato inaugurado hace 34 años pero que hoy no solo presenta problemas en infraestructura por falta de atención, sino que el gobierno regional demuestra nuevamente por qué Aragua es potencia: los abuelos claman por comida e insumos para no seguir condenados al calvario de la vejez en Venezuela.
El Ejecutivo nacional no solo deja a la deriva la Ley de Bono Alimentación y Medicinas a Pensionados y Jubilados a alegar que no hay presupuesto, es que a escala regional tampoco hay alimentos para asegurar una dieta balanceada que deben tener los 67 abuelos recluidos en el lugar.
La protesta de los abuelos del geriátrico de San Mateo, levantó revuelo, pero justo en las autoridades que extremaron las medidas para garantizar que no salga a la luz pública la realidad que día a día viven los ancianos.
Este miércoles estuvo en el lugar una comisión presidencial del parlamento del Adulto Mayor en Aragua. Al menos así lo aseguraron las fuentes del ancianato. Constataron las denuncias contra el Servicio Autónomo de Geriatría Gerontología (Sager), dependiente de Corposalud, encargado de la administración del recinto.
Aunque “aparecieron” alimentos tras la denuncia sobre el hambre que pasan los 67 abuelos del Centro de Salud Social y Residencial “Capitán Luis Rafael Pimentel”, la cantidad que suministró Sager sigue siendo poca para los requerimientos de los adultos mayores. La escasez de alimentos en el país atenta contra la vejez en Venezuela.
Lo que un día fue un hermoso lugar para albergar a los ancianos, con 28 cabañas con techo machihembrado, hoy solo queda en el recuerdo de quienes allí laboran. Diez cabañas han debido cerrar porque no presentan condiciones aptas para el albergue.
Fuentes del lugar se mantienen en el anonimato. La arremetida de Sandra Zapata, presidenta de Sager y sus amenazas, siguen vigentes.
Ni siquiera un seguro funerario
La realidad del geriátrico de San Mateo no debe ser muy distinta a otro ancianato donde la revolución esté presente. Allí los abuelo no cuentan ni siquiera con un seguro funerario.
Según la fuente, cuando fallecen los abuelos son sepultados en urnas que regalan funerarias del municipio cuando creman a algún fallecido, pero ya no cuentan con alguna de ellas. Son los mismos funerarios quienes preparan los cadáveres a título de colaboración, porque ni siquiera un descanso eterno digno garantiza el Sager.
Los trabajadores del geriátrico se convirtieron en los pedigüeños del municipio porque deben ir de abasto en abasto, bodega en bodega para pedir colaboración de aliños para poder darle algún sabor a la poca comida de los ancianos.
Desde el 2014 parlamentarios denuncian la crisis
Elías Bermúdez, diputado al Consejo Legislativo de Aragua, aseguró que desde el 2014 denuncias las deficiencias en el Centro de Salud Social y Residencial “Capitán Luis Rafael Pimentel”. Lejos de obtener respuesta del gobierno de Aragua, la situación empeora.
Junto con Romer Silva, concejal por el municipio Bolívar, Bermúdez señaló elevaron la denuncia el 21 de enero de 2015, porque el lugar no contaba con ambulancia, había deterioros en infraestructura, no contaba con condiciones para habitabilidad y los ancianos estaban sin medicinas.
“Se presentó una comisión de Cosporsalud y ni siquiera sabían que era potestad de ellos esos espacios a través de Sager. Pasó un año y no hubo solución, por el contrario, la situación se agravó. Nunca les dieron ambulancia ni dotación de insumos médicos”, aseguró Bermúdez.
El parlamentario regional señaló que el 5 de febrero de este año, poco tiempo tras haberse obtenido el triunfo en la Asamblea Nacional, asistió al geriátrico de San Mateo junto con la diputada a la AN por ese circuito, Karin Salanova.
Corroboró que el personal hace milagros para conseguir comida y medicamentos.
“Estando en el lugar llamó la directora de Sager y comenzó a amenazar a la administradora para que no nos permitiera el acceso a las instalaciones. El asesor legal exigió que nos los dejara pasar más allá de las oficinas administrativas. Me comunicaron vía telefónica con la directora de Sager quien me indicó que le teníamos que pedir permiso apra entrar al lugar, la señora estaba que se ahogaba por teléfono de la rabia y le recordé que como diputados teníamos inmunidad y nadie nos limitaba el derecho a corroborar las denuncias, pero la señora insistió en que primero le teníamos que pedir una cita y planificar visita guiada”, relató el diputado.
Como consecuencia, cambiaron parte del personal del geriátrico por haber elevado su voz de protesta contra las condiciones bajo las cuales se pretende mantener la vejez en Venezuela.
Derecho de palabra ante la AN
La crisis obligó a incluir al geriátrico de San Mateo en el informe que entregó el diputado Elías Bermúdez ante la comisión de Desarrollo de la AN. Solicitó derecho de palabra ante la parlamento nacional para explicar la situación del sector salud de Aragua. Asegura que el informe está bien nutrido pero lamentablemente todo lo que tiene que ver con el tema AN está bloqueado por el gobierno central.
“Cada vez es más aguda la situación. El problema es con la dirección regional de salud a cargo de Luis López. No les mandan alimentos, medicamentos, ni siquiera seguridad que les garantice la vida a los abuelos. En 2015 eran 87 abuelos cuando hicieron la denuncia y ahora son 67. Pasan por hambruna y el personal no tiene condiciones para resolver a diario la comida. Se habla de un Estado humanista que garantiza Derechos Humanos y se les viola los derechos a quienes dieron los mejores años de sus vidas y ahora son un traste para el gobierno regional”, expresó Bermúdez
Para el viernes 29 de julio Bermúdez aseguró que elevará la enuncia ante la Defensoría del Pueblo en Aragua para solicitar su intervención que garantice los Derechos Humanos de los venezolanos que permanecen en el geriátrico.
Tres cucharadas de comida es lo que mantiene vivos a ancianos
Son solo tres cucharadas de comida en un almuerzo lo que mantiene vivos a los abuelos del geriátrico de San Mateo. Tras la protesta desde sus sillas de ruedas o asientos, los alimentos llegaron solo un poco más.
Personal del geriátrico insiste en denunciar la actitud de la directora del Sager, quien de forma déspota le dijo a los ancianos que en su casa tampoco tenía comida y que pensaran a dónde iban a vivir si cerraban el ancianato.
“Al menos ayer comieron pasta con carne, pero seguimos en la misma porque los alimentos que envía Sager no son suficiente. Aquí hacemos magia, pedimos colaboración a los habitantes del municipio y lo hacemos porque no es justo que los abuelos pasen por tanta desidia, pero es responsabilidad de Sager, de Corposalud y del Gobernador Tareck El Aissami todo este abandono porque pareciera que la vejez en Venezuela es un delito”, concluyó la fuente.
Mientras tanto, abuelas como Benilde Mota aseguran que han dejado de desayunar porque en el ancianato no hay alimentos. En los cinco años que manifiesta tener en el recinto, dice que nunca había vivido una crítica situación como la que enfrentan hoy en día.
Otros días los desayunos se limitan a un vaso de leche y un vaso de agua, por lo que no pasa mucho tiempo cuando tienen hambre.
Personal del geriátrico así como el diputado Elías Bermúdez, coincidieron en un punto común: el gobernador Tareck El Aissami debe ocuparse por resolver el hambre del pueblo y dejar a un lado las persecuciones políticas en uin intento desesperado por mantener el Psuv.