universidades en guayana sin clases

Universidades en Guayana pospusieron el inicio de actividades académicas para finales de octubre.

La crisis se mantiene en las universidades en Guayana. Algunas de ellas, como la Nacional Experimental de Guayana (Uneg) y la Nacional Experimental Politécnica Antonio José de Sucre (Unexpo) no han iniciado clases por conflictos internos que se centran en la falta de un presupuesto digno.

El presidente de la Asociación de Profesores de la Uneg, Raúl Brito, informó que en esta casa de estudios pospusieron el inicio de actividades académicas para el 31 de octubre, y no el día 10 como se tenía previsto inicialmente.

“Fue el Consejo Universitario, no los profesores, quien decidió no iniciar las clases el 10 de octubre sino el 31 de octubre».

«Para que arrancaran clases 10 de octubre, los estudiantes saldrían a protestar porque no habría transporte, comedor, y la inseguridad nos está agobiando (…) por eso decidieron aplazarlas. ¿Qué se  va a hacer esos días donde no habrá actividad académica? Defender a la universidad, ¿cómo?, solicitando todos un mejor presupuesto para la universidad, recursos para los centros de investigaciones y salarios dignos para los profesores universitarios”, expuso Brito.

La falta de recursos es el principal problema de las universidades en Guayana. Caso como la Unexpo, alertan sobre el déficit de presupuesto, pues desde antes de las vacaciones se denunció la crisis en esta institución, llegándose a pensar hasta en un cierre técnico.

Crisis generalizada

La rectora de la Unexpo, Rita Elena Añez, explicó que esperan tener respuestas del Consejo Nacional de Universidades (CNU), en relación a los recursos para el cierre de año. Las inscripciones de estudiantes regulares pospusieron para el 10 de octubre, y el inicio del semestre, para el 16 de este mes.

Las universidades en Guayana, del sector público, no cuentan con comedor estudiantil de calidad, el transporte es irregular o nulo, y hasta la infraestructura de los salones refleja el deterioro por falta de mantenimiento. Esto sin contar la inseguridad dentro de las instituciones, pues el presupuesto no alcanza ni para el pago de vigilancia.