La Universidad del Zulia sólo recibió 23% del presupuesto solicitado para continuar trabajando.
El coordinador del vicerrectorado administrativo de la Universidad del Zulia, Jesús Salom, advirtió que el actual déficit presupuestario pone en riesgo la continuidad académica de los estudiantes, ya que este no alcanza para cubrir todos las prioridades.
Salom precisó que gran parte del presupuesto de la Universidad del Zulia está destinado a los salarios y beneficios socioeconómicos de todo el personal que conforma el sector universitario.
“Están las providencias estudiantiles para cubrir el gasto de becas, comedores y transporte, porque los gastos fijos corresponden a los sueldos del personal obrero, docente y administrativo, a parte están los beneficios de pagos de primas por ascensos”.
Manifestó que es prioritario contar con ingresos, ya que la otra parte del presupuesto es empleado en los gastos operativos.
«Con ese presupuesto sólo se puede pagar la vigilancia y a las empresas que le prestan servicios a la universidad para reparaciones de aires acondicionados, mantenimiento de áreas verdes, el saneamiento ambiental y cualquier otro tipo de reparación que sea necesaria», sentenció Salom.
Explicó que el actual presupuesto fue estructurado bajo una inflación de 63% y denunció que sólo recibieron 23% del monto solicitado.
«Con los 15.000 millones que nosotros solicitamos hicimos una proyección a una inflación normal…, ahora todo va a depender de cómo el Gobierno Nacional lleve la economía, porque ningún planificador económico puede prever desbarajustes que rompen con cualquier paradigma de planificación».
Manifestó que es urgente que la Asamblea Nacional intervenga en la búsqueda de una pronta solución a la crisis presupuestaria de las universidades venezolanas y, que se realice un análisis de las verdaderas necesidades de las principales casas de estudios superiores de Venezuela para establecer un presupuesto adecuado.
Sobre la actual situación de transporte de la Universidad del Zulia manifestó que es esencial reactivar las unidades vehiculares para brindarle alternativas a los estudiantes para que puedan asistir a los salones de clases.