La Universidad Central de Venezuela atraviesa la peor crisis de la institución porque desde hace cinco meses no recibe ni un bolívar del presupuesto universitario 2016, situación que obligó al paro de actividades y la protesta obligada del estudiantado junto a profesores, personal administrativo y obrero en el campus Maracay.
En la casa que vence las sombras, la Universidad Central de Venezuela, en lo que comprende las facultades de Agronomía y Veterinaria con sede en Maracay, hacen vida unos 3200 estudiantes y en promedio 1800 trabajadores que no han recibido el pago de su respectiva quincena. Ni siquiera esperanzas hay en posible fecha de cobro porque simplemente la casa de estudios se quedó sin recursos.
Jorvick Bautista, presidente del Centro de Estudiantes de la Facultad de Agronomía de la Universidad Central de Venezuela, destacó que no cuentan con la flota de transporte porque no hay recursos para reparar los daños causados en repuestos, baterías y menos para la adquisición de cauchos. Como consecuencia, es imposible el traslado de los estudiantes a los campos de práctica.
“¿Cómo se forma un estudiante si no pisa los campos venezolanos, cómo nos formamos si no tenemos prácticas dignas que nos permitan una formación que brinde tecnología que le brinde conocimientos al país?”, preguntó Bautista.
Según el dirigente estudiantil, tampoco cuentan con comedor porque no existe presupuesto para eso y las becas estudiantiles se quedaron en 2 mil bolívares mensuales, dinero que según su denuncia, no alcanza para comprar la comida de un día.
La comunidad estudiantil se quedó esperando la propuesta del Gobierno nacional que suministraría las proteínas al comedor de la Universidad Central de Venezuela a través de Sunagro, pero todo quedó en falsa promesa.
“Tenemos 8 años bajo un presupuesto reconducido y cinco meses sin percibir ni un bolívar del presupuesto universitario 2016. El gobierno no aporta un bolívar más porque no apuesta al futuro del país, debería apostar a las facultades de agronomía y veterinaria para solventar la crisis alimentaria. No nos callaremos así nos repriman con la seguridad pública, no nos callaremos porque estamos exigiendo nuestros derechos”, expresó Jorvick Bautista.
El estudiantado está dispuesto a mantenerse en la calle. Junto con el personal docente, administrativo y obrero ya tomaron la avenida Universidad de El Limón, donde se ubica la Universidad Central de Venezuela campus Maracay.
Los manifestantes dejaron claro que ya están cansados de administrar una crisis, de mantenerse tapando huecos porque día a día se abren otros, y sentenciaron que de ahora en adelante las acciones de calle serán seguidas.
Pidieron que se concreten las mesas de diálogo con el gobierno nacional, reuniones que han solicitado en reiteradas oportunidades pero tampoco existe la voluntad de solventar la crisis porque no hay respuesta a los planteamientos del estudiantado ni del personal que conforma la comunidad universitaria.