H
emos podido ver como el Pueblo venezolano ha asistido a un escenario en el que el sucesor de Chávez se ha vuelto loco del todo. Sale a las televisoras contando que los medios españoles paran sus ediciones para publicar su cara en ‘primera plana’.
España es un país raro de cojones. Aquí conviven los financiados por el régimen que mata de hambre a los suyos. Los que van a Venezuela y les echan a patadas, los que tienen allí oscuros negocios y siguen eternamente mirando al vacío.
Nada de lo que podamos imaginar aquí, es comparable a la realidad que se vive día a día en las calles de Venezuela. La guerra por la comida, la búsqueda de medicamentos para salvar vidas, el miedo a andar por las calles y que te maten por correr, o por ir despacio. ¡Es un horror! Y, tenemos que entender que además de ser un Pueblo joven, es rico en alegría, en ganas de luchar, de sacar adelante un sueño entre todos. Pero se me antoja que si no se ponen los medios puede acabar como ‘el rosario de la aurora’, a palos, y cada uno buscando cómo y desde dónde joderlo todo.
Rodeado de buenos amigos venezolanos, de muchos de los más de un millón y medio que han tenido que abandonar nuestra amada Venezuela, me encuentro en la encrucijada de pedirles que me ayuden a llegar allí para luchar por una Tierra Justa para Hombres Libres.
Y, llegado a este punto sólo me queda decir a nuestros lectores que están en todos los puntos del mundo, y que entienden y aman a Venezuela como nosotros, que tranquilos, que con la ayuda de todos, desde fuera y con mucha reunión, conversatorios… desde dentro, conseguiremos que no se derrame sangre y que los culpables de todo se sienten cómodamente en el banquillo de los olvidados.
Besos a la DIÁSPORA.