billeteNi un café grande se puede comprar con 100 bolívares, el billete de más alta denominación en Venezuela.

Un pan canilla cuesta 80 bolívares en la mayoría de las panaderías de Puerto Ordaz, un café pequeño Bs. 90, aunque en algunos cafetines llega a costar Bs. 120. Con un billete de 100 bolívares, el de más alta denominación en Venezuela, son limitadas las opciones de compra.

Para desayunar en la calle se requiere de un mínimo de 500 bolívares, según el sitio y la comida, pues el gasto puede ser más elevado. En la panadería La Marquesa, ubicada en el sector Villa Colombia de Puerto Ordaz, los clientes se sorprendían al saber que un saladito de queso costaba Bs. 400, sumado a un café grande a Bs. 200 y un jugo a Bs. 250, suman 850 bolívares por persona.

Para los usuarios del transporte público, 100 bolívares no cubre el gasto de la semana. Si es una sola ruta a tomar, requiere de dos autobuses, uno de ida y otro de vuelta, con el que gastarían 20 bolívares, pero la mayoría requiere tomar dos unidades distintas para llegar a su destino, por lo que el billete de 100 bolívares fácilmente se le va en dos o tres días, solo en transporte público, para un salario mínimo que no llega a los Bs. 10.000, y con una inflación que en 2015 alcanzó el 141.5%, según el Banco Central de Venezuela (BCV).

Gastos excesivos

Jesús Miguel Gamboa se moviliza en su moto, por cuanto solo tiene que pagar gasolina, lo cual no le genera un gasto mayo a  cinco bolívares a la semana. Desayuna en su casa y lleva su almuerzo al trabajo para evitar gastar en la calle, pero aún así no escapa de los gastos cotidianos, las compras a sobreprecio por la escasez, la inflación.

“Las veces que me ha tocado hacer cola tengo que comprar aunque sea agua, un vaso de Nestea me sale en 100 bolívares, si paso hasta ocho horas en cola, fácilmente puedo comprar por lo menos tres bebidas, lo que me ahorro comprando a precio justo lo gasto en la cola”.

El billete de menor denominación, el de dos bolívares es casi inservible para los venezolanos, salvo para el pago de gasolina, porque ni los “cuida carros” informales de los estacionamientos aceptan que los choferes les de este billete de propina.