Sofía Ímber

Los restos de Sofía Ímber serán velados este martes, 21 de febrero en el Cementerio del Este a partir de las 9 de la mañana en la capilla número 2.

Cruel, insensible, tacaña, reaccionaria, impulsiva, valiente, pionera, arriesgada y con un gran sentido del humor… son algunos de los adjetivos que utilizaba la ya entrañable, Sofía Ímber para definirse.

Lamentablemente, se fue una mente brillante en el ámbito cultural, artístico y periodístico de la historia venezolana. Por tal razón, vale la pena recordar…

¿Quién era Sofía Ímber?

Sofía Ímber

Barú nació en Soroca, Moldavia, el 8 de mayo de 1924. Llegó a Venezuela en 1930 juntos a sus padres Naum Ímber y Ana Barú.

A llegar al país destacó por ser una brillante estudiante. Estudió en la escuela de medicina en la Universidad de los Andes; sin embargo, en el tercer año de la carrera tomó la decisión de retirarse y regresar a la ciudad capitalina.

En Caracas, se dedicó al periodismo y a colaborar en varios artículos de periódicos y revistas. No solo de Venezuela, sino también de medios extranjeros en México, Colombia y Argentina.

Sofía Ímber

Los amores de Sofía Ímber

En 1944, la periodista y promotora del arte venezolana, se casó con Guillermo Meneses con quien tuvo cuatro hijos, y junto a él estableció una relación intelectual con artistas venezolanos agrupados en «Los Disidentes», luego de realizar un viaje a Europa como parte del servicio diplomático del gobierno Marco Pérez Jiménez.

Poco tiempo después, se divorció y contrajo nupcias con Carlos Rangel, un reconocido intelectual con el que emprendió su una faceta en televisión, al conducir el programa «Buenos Días Venezuela» transmitido en el horario matutino en Venevisión.

Su legado para el país

En 1973 Sofía Ímber fundó y dirigió el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, donde son exhibidas alrededor de cuatro mil obras seleccionadas por ella y es considerada la mejor colección de arte contemporáneo de América Latina.

Entre sus reconocidos aportes a nivel internacional destacan: La Medalla Picasso de la Unesco, el Águila Azteca (México); la Cruz de Boyacá (Colombia); la Orden al Mérito (Italia); la Orden de Mayo (Argentina); la Orden al Mérito Docente y Cultural Gabriela Mistral (Chile); la Orden del Río Branco (Brasil); la Orden del Mérito Civil (España).

El último adiós de sus familiares y amigos más cercanos

Adriana Meneses Ímber, hija de Sofía Ímber

“Mi mamá fue una mujer de vanguardia, no solo en las artes plásticas, sino en todas las áreas en las que se desarrolló. Estoy orgullosa de ser su hija»

«Hoy obviamente me pega mucho ese vacío, pero mi mamá nos dejó realmente un legado a todos los venezolanos tanto a mujeres, hombres y a todos los niños que están creciendo en esta Venezuela tan complicada. Gracias por tanto, mamá”.

Diego Arroyo Gil, autor del libro La Señora Ímber: Genio y Figura

“Sofía era una mujer sin comparación, lo cual suena como un lugar común, pero no lo es tratándose de quien se trata. Para quienes la queríamos era una reina, una emperatriz. Para quienes no la querían, también»

«Siempre quiso ser amada, y lo era, pero sobre todo le interesaba que reconocieran en ella a la trabajadora incansable que había sido siempre, desde que llegó a Venezuela, desde su natal Besarabia, en 1930. A su país de origen nunca quiso volver. «No tengo nada que buscar allá”, decía. “Yo solo soy venezolana”. Y así fue como nos dio a todos tantas cosas. No solo su ejemplo como periodista implacable, sino un museo: el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas, que alguna vez volverá a llevar su nombre. La vamos a extrañar indeciblemente, y nunca perdonaremos (yo no, al menos) que Sofía haya tenido que morirse en un país sometido por una dictadura. Merecía otro final. Y no supimos dárselo”.

Nelson Bocaranda Sardi, periodista

“La Venezuela decente le hará falta Sofía Ímber, una mujer que logró impulsar todo el país dentro de muchos ámbitos. Realmente, hay un recuerdo muy grande ella»

«Sobre todo porque dejó a Venezuela en el umbral de las artes y la cultura. Además con un humor y unos comentarios inéditos. Gracias, Sofía”.