Pueblo de Tumeremo

Dos cadáveres aparecieron en el cementerio de Tumeremo en extrañas circunstancias.

Más de un mes ha pasado desde que se dio a conocer la noticia sobre una masacre en Tumeremo, en el municipio Sifontes del estado Bolívar. En aquella oportunidad fueron 17 las personas, entre mineros y mujeres, que desaparecieron el 4 de marzo en la mina Atenas, siendo ubicados posteriormente en una fosa de la mina Hoja de Lota, a una hora del poblado. Ahora, este lugar vuelve a ser noticia por la aparición de dos cadáveres en estado de descomposición, sobre quienes no se sabía nada desde el 3 de abril.

De acuerdo con el diputado a la Asamblea Nacional, Américo De Grazia, quien monitorea todo lo que ocurre al sur del estado, los cuerpos sin vida aparecieron en el cementerio de Tumeremo en extrañas circunstancias. Según sus familiares, los hoy occisos Ramiro De La Rosa y Alexander Salazar, salieron a llevar unas cosas al fundo donde trabajaban, siendo interceptados luego por un sujeto armado. Aparecieron tiroteados y en bolsas de basura.

¿Qué ha pasado en Tumeremo desde la masacre?

Todo sigue igual, dicen los habitantes de esta localidad, que en su mayoría prefieren no identificarse, muchos por la presunta amenaza de ‘El Topo’, jefe de la banda a la que se le atribuye el asesinato de los 17 mineros. Las peleas por el control de las minas continúa, las denuncias que involucran a los cuerpos militares tampoco ha cesado, y el crimen sigue impune.

Desde el viernes, mismo día en que desaparecieron De La Rosa y Salazar, el pueblo de Tumeremo se ha mantenido en protesta por el desalojo de minas que, según denuncian, serán entregadas a trasnacionales. El desalojo, efectuado por efectivos militares, incluyó la quema de varios de los caseríos de la zona.

Con el desalojo y desplazo cometido, hay quienes se han atrevido a afirmar que aquella masacre fue planeada, como una excusa para hoy tomar nuevamente el control de las minas por parte del gobierno, y poder entregarlas a las trasnacionales del oro, una de las principales denuncias de los mineros del sur de Bolívar, quienes reclaman poder trabajar legalmente.