Testimonios del caso Tumeremo revelan la violencia que empaña la minería en Bolívar. Siguen 28 mineros desaparecidos.
No basta con que el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez, negara a primeras que no hubo una presunta masacre en Tumeremo, en el municipio Sifontes. La violencia minera en la región es una realidad. Hoy familiares siguen esperando respuestas por 28 mineros desaparecidos desde el viernes.
Desde un principio familiares denunciaron a la banda de Hendry Norberto Bonalde, alias el Topo, el tercer delincuente más buscado en el estado Bolívar, y que estuvo preso en la cárcel de El Dorado, de estar implicado en la desaparición de al menos 28 mineros, 17 de ellos plenamente identificados, pues residían en Tumeremo.
Ahora quien habla es un sobreviviente del hecho. El suceso se origina en la mina Atenas. El testigo, quien será llamado José por medidas de seguridad, cuenta qué fue lo que pasó ese día.
Hubo confusión, no pudieron seguir trabajando porque los dueños se llevaron los detectores de oro. Se fueron al campamento a cocinar, llegando hasta un manantial cercano para recoger agua.
“Cuando veníamos de regreso tenían a todos acostados a punta de pistola», comenta José.
No sabía qué pasaba, el hecho es que asegura que llegó un camión 350 de color blanco, el cual traía algunos cadáveres, lo que coincide con la versión de la población de Tumeremo, que dice haber visto dicho vehículo pasar por una calle de la comunidad.
«Junto a ellos llegó El Topo, en una camioneta Toyota 4 Runner blanca”, acotó el sobreviviente.
¿Qué ocurre en el sur de Venezuela?
El diputado a la Asamblea Nacional (AN) por el circuito tres del estado Bolívar, Américo De Grazia, precisa que lo que ocurre en el sur del estado Bolívar, definiéndose como la violencia minera en esta zona del país, es el reparto del botín por las minas de oro y diamante, donde bandas armadas mantienen el control.
El minero sobreviviente agrega, además, que El Topo se encarga de reclutar mineros para obtener mayor poder. Constantemente se dan enfrentamientos entre bandas, solo que las muertes y desapariciones no se habían dado de tal magnitud.
Pero es que algunos casos pasan incluso desapercibidos. Ángela, también un nombre ficticio por medidas de seguridad, cuenta que su hermano por falta de empleo en Ciudad Bolívar, donde residía, se fue a trabajar a las más del sur de Bolívar, pero «desde hace dos años que no sabemos nada de él, no sabemos si está muerto».
“El Topo dijo algo que nunca se me va a olvidar: (…) ‘yo no me muevo por marisqueras, ni pajuatadas’, él se mueve es porque va hacer una limpieza general”, relató José refiriéndose a la presunta matanza cometida por su banda.
Agregó que en el camión 350 vio cuatro cadáveres. «Logré ver un señor que le dicen el Guajiro, a él lo tenían encargado de montar los cuerpos. Los pasaba del 350 a un camión volteo que está en el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) ahorita. A un vecino lo obligaron a montar los cuerpos y contó 39”.
Funcionarios implicados
De acuerdo con otros testimonios que han ido revelando en los últimos días, aseveran que en la violencia minera ocurrida en Tumeremo estarían presuntamente implicados funcionarios
«No nos explicamos cómo es que mil militares supuestamente están averiguando y no encuentran nada, pero vienen unos periodistas a hacer su trabajo y hallan indicios, como casquillos, ropa, billeteras, zapatos», denunció una de las habitantes de Tumeremo.
La molestia por el caso, que mantiene conmocionado a todo el país, sigue latente, aunque ya no esté la tranca en la Troncal 10 de Tumeremo, luego que en la madrugada del jueves efectivos militares llegaran sorpresivamente para levantar la protesta y militarizar esta localidad.