El TSJ sentenció que los venezolanos con doble nacionalidad podrán aspirar a la presidencia de la República.
La Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en su sentencia 1.144 del pasado 15 de diciembre, establece que los venezolanos con doble nacionalidad podrán participar como candidatos a la presidencia de la República, siempre y cuando renuncien a la segunda ciudadanía antes de postularse. Esta medida responde a una solicitud de interpretación del artículo 227 de la Constitución que el abogado Jaime Pájaro interpuso el 15 de marzo de 2016.
El abogado consideró que era necesaria y urgente, una interpretación de la Sala Constitucional, en virtud del contenido ambiguo y genérico del precitado artículo, en cuanto a la redacción del párrafo de no poseer otra nacionalidad. Ante las razones expuestas, la Sala Constitucional del TSJ declaró resuelto el recurso de interpretación interpuesto por el abogado.
Cabe destacar que el artículo 227 de la Carta Magna establecía que para ser elegido presidente de la República se requiere ser venezolano por nacimiento, no poseer otra nacionalidad, ser mayor de treinta años, de estado seglar y no estar sometido a condena mediante sentencia definitivamente firme y cumplir con los demás requisitos establecidos en la Constitución.
Ahora que el TSJ sentencia que los venezolanos con doble nacionalidad pueden aspirar a la presidencia de la República, seguramente se abrirá un nuevo debate dentro de la sociedad venezolana, sobre en todo en aquellos que cuestionan la verdadera nacionalidad del presidente Nicolás Maduro, que para muchos nació en Colombia, y que a pesar que en múltiples ocasiones le fue solicitado públicamente que enseñara su partida de nacimiento, el mandatario nunca la mostró.
También se hablará de la doble nacionalidad del vicepresidente de la República, Tareck El Aissami, quien posee la doble nacionalidad venezolana y siria y que él, en caso de que se produzca un referendo revocatorio y la salida de Maduro, no podría ejercer la presidencia por este motivo.
Lo que sí es cierto, es que con esta nueva sentencia del TSJ, Venezuela sigue perdiendo soberanía y no porque un venezolano, que por cuestiones del destino tenga una doble nacionalidad no tenga el derecho de ejercer de buena manera el cargo más importante del país, sino que las actuaciones que demuestra el actual Estado venezolano, deja en evidencia la intervención de tentáculos extranjeros sobre todo desde La Habana, en las decisiones políticas de Venezuela.