Al menos 26 personas han muerto y más de 24 están heridas tras un tiroteo en Texas registrado en una iglesia bautista cerca de San Antonio.
El comisionado del condado Wilson Albert Gamez confirmó que en el tiroteo en Texas, el atacante, un varón, según varios testigos, está muerto y la zona es segura. No obstante, aún se desconocen los motivos del ataque. Un hombre entró en el templo, la primera iglesia bautista de la localidad de Sutherland Springs, en torno al mediodía (hacia las 20.00 horas en la España peninsular), durante la celebración de la misa, según ha narrado un testigo. En la eucaristía participaban al menos 50 personas. El testigo escuchó unos 20 disparos. El FBI se ha trasladado a la zona del incidente para asistir en la investigación.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recién aterrizado en Japón para su gira asiática, escribió en Twitter que está al tanto de la situación. “Que Dios bendiga a la gente de Sutherland Springs”.
A la escena de los hechos acudieron también servicios de emergencia, incluyendo helicópteros para trasladar a heridos a distintos hospitales de la zona. El Centro Médico Connally Memorial, a pocos minutos de la iglesia, comunicó a medios estadounidenses que había recibido varias víctimas del tiroteo, pero rechazó decir cuántos. La iglesia atacada acostumbra a grabar con vídeo sus servicios por lo que varios oficiales del Estado afirmaron a medios estadounidenses que en la grabación de la celebración de este domingo encontrarán los detalles del tiroteo. Según la portavoz de la policía de un condado colindante, el sospechoso murió tras una breve persecución con agentes.
El tiroteo en Texas ocurre apenas un mes después del peor ataque con un arma en la historia de Estados Unidos, en Nevada, que resultó en la muerte de 60 personas y más de 500 heridos. Durante un concierto de música Country, un hombre blanco de 64 años, disparó a ráfagas contra miles de asistentes en una céntrica explanada de Las Vegas.