La venta de efectivo (billetes) se ha convertido en el estado Táchira en uno de los “negocios” más lucrativos de los últimos tiempos e incluso se afirma que en la actualidad, las ganancias por vender el papel moneda generan más ingresos ilegales que el contrabando de gasolina. Así lo reseña La Nación Web.
La venta o comercialización de billetes en el Táchira se hace por montones, sobre todo los de nueva denominación, que son llevados en maletas y bolsos como si fueran equipaje normal a territorio colombiano donde extrañamente, por un billete de cien mil bolívares las mafias pagan en transferencia 170 mil bolívares; y los de baja denominación por cada millón le transfieren un millón 200 mil bolívares.
Como ya en Cúcuta e incluso en San Antonio del Táchira y Ureña, no quieren recibir los billetes de 100 ó 50 bolívares el contrabando de los de alta denominación se ha incrementado, dejando a la población tachirense en un corre-corre permanente buscando efectivo para comprar comida o cualquier otro producto de primera necesidad.
—Es el negocio redondo del momento. En la mayoría de los casos, el movimiento de pasajeros por el terminal de San Cristóbal a la frontera, tiene que ver con ir a vender un billete de 100 mil bolívares; eso se ha convertido en una mafia grande que está desangrando al país, peor que con lo de la gasolina o alimentos, ya que con ello dejan a la población “pariendo” para buscar el sencillo que le permita suplir sus principales necesidades– aseguró Danilo Quitian, dirigente social de la ciudad.
Manifestó que quien logra reunir un millón de bolívares con billetes de los nuevos, al cruzar el puente internacional y llegar a una casa de cambio, le transfieren 2 millones 20 mil bolívares: “Es decir que en este momento es la venta de billetes el gran negocio, todo por la situación crítica que tenemos los venezolanos donde ningún aumento salarial alcanzará si tenemos una hiperinflación desbordada”.
A la vista de todo el mundo
En virtud de que desde hace varios meses los tachirenses han tenido que hacer de “tripas corazón”, dando carrera, pariendo para conseguir efectivo, se hizo un recorrido por varios centros comerciales y sitios advertidos por la sociedad civil; y las respuestas todas apuntan a que por las dificultades económicas, ha nacido una nueva mafia que está implementando uno de los negocios más lucrativos de todos los tiempos, cuyo epicentro está en Cúcuta, capital de Norte de Santander, en territorio colombiano.
Explican los más entendidos que como del lado colombiano compran todo lo que sea de contrabando -que les represente grandes beneficios-, deben pagar en efectivo al momento de recibir determinado cargamento.
––No les interesa ya el billete de baja denominación, hace tiempo que en Cúcuta no quieren el de 100 bolívares, a ellos les interesa es el de alta denominación, por eso lo pagan, por ejemplo, por un billete de 100 mil bolívares transfieren 100 mil 400, o 100 mil 600 y dependiendo de la cantidad las cifras van en aumento, casi siempre el doble de lo que se lleva en billetes nuevos- aseguró Oscar Ortega, quien dijo que todas las semanas lleva a Cúcuta lo que recoge y lo vende: “De eso estoy viviendo”.
Escasez de billetes hasta en los bancos
La falta de efectivo se presenta incluso en las entidades bancarias, hasta el punto que quien quiera obtener billetes debe hacer largas colas por varios días o semanas, porque las entidades bancarias solo dan 10 mil bolívares por cajero y 20 ó 30 mil por taquilla.
Algunos son denunciados porque entregan menos de cinco mil bolívares y de baja denominación, sobre todo a personas de la tercera edad.
Incomodidades del punto
Varios de los consultados explican que no solo el problema o la incomodidad la tienen en el banco, sino en los negocios para pagar por punto.
En muchos locales comerciales establecidos y en donde hay punto en manos de los comerciantes informales, están incrementando el costo de los artículos: un precio tienen en efectivo y otro si el pago es electrónico.
Como complemento, a veces los compradores deben caminar una o dos cuadras para hacer la operación dependiendo de dónde el propietario del negocio consiguió a un amigo o socio que le permita pasar las tarjetas, donde por lo regular hay largas colas.
—Yo tengo que ir varios días al banco para sacar 10 mil bolívares y así el sábado tener algo para medio comprar verduras. Esto es insólito pero la gente se está llevando abiertamente los billetes para Cúcuta— destacó Aleida Gil, una vecina de La Concordia.
Dijo que el Gobierno nacional debe tomar medidas drásticas contra los acaparadores de dinero: “Están atentando contra la estabilidad de la población. La gente no tiene ni para el pasaje y con las medidas de los bancos se atenta igualmente contra la población que no puede disponer de su dinero”.