La preocupación e impotencia se reflejan en los ojos de nuestro entrañable Claudio Nazoa, cuando entra en una de las tiendas de Makro y se da cuenta del grado de destrucción en la que se encuentra la en otrora prospera empresa.
Como ya esta demostrado, todas las empresas que han sido intervenidas por el régimen han caído en la desgraciada realidad de ir a la quiebra, es lo que ahora ha llegado a Makro, anaqueles vacíos, polvo, desolación y miseria.
Es desesperante la incapacidad de la administracion económica de la dictadura de Nicolás Maduro, es inconcebible el nivel de tragedia que está viviendo el pueblo venezolano, cada vez más asfixiado por la falta de alimentos, y el poco poder adquisitivo para adquirir los productos de la cesta básica, que en los pocos locales que se pueden conseguir son precios inalcanzables.