Los vendedores indican que la escasez de agua mineral para la venta se debe a la falta de plástico para elaborar el envase.
Los caraqueños pueden recorrer hasta 10 establecimientos en el día buscando agua mineral y no conseguirla. Aunque ya están acostumbrados al «no hay», no deja de sorprenderles el que ni siquiera haya agua para tomar.
«¡Ni agua!», exclama una señora en un local de comida rápida. Indica que tiene varios días preguntando y no consigue agua mineral.
«Yo no sé qué vamos a hacer. ¿Tú sabes lo que es que uno necesite tomarse una pastilla y no haya ni agua?», agrega indignada.
Todo el que camina por las calles con una botella de agua mineral en mano es abordado con la pregunta: «¿Dónde la conseguiste?». Esto es ya una práctica común entre los venezolanos; no solo cuando se trata de buscar agua, sino también con el resto de los alimentos y productos que no se consiguen.
La escasez no es únicamente de las marcas tradicionales como Minalba y Nevada, sino también de otras menos conocidas como Canaima y Cristal.
Aunque algunos vendedores indican que desconocen los motivos de esta baja en la distribución del agua mineral, otros explican que se trata de la falta de plástico para elaborar las botellas que contienen el líquido.