Satisfacer la necesidad de alimentación es cada vez más difícil en Venezuela, el significado de los CLAP no es otro que doblegar por el estómago.
El significado de los CLAP
cambia dependiendo de la acera de dónde se esté. Si bien desde el Gobierno son definidos como Comités Locales de Alimentación y Producción, creados como estructuras organizadas a partir de las cuales los Consejos Comunales distribuyen en las comunidades más pobres los alimentos a precio regulado, para el ciudadano llano o la mayoría, no son más que formas de discriminar y de pasar factura a quienes difieran del régimen.
«Cada vez que veo mi despensa vacía y la cara de preocupación de mi mamá al no tener qué darnos de comer siento indignación y mucha impotencia, pienso que se trata de un plan de Maduro y toda la gente que le rodea para vengarse de quienes hemos apostado por un cambio en el país y ahora ellos deciden quiénes comerán y quiénes no, es algo macabro, afirma Rosa Muñoz una joven estudiante universitaria que se autodefine como miembro de la resistencia venezolana. A su juicio, el significado de los CLAP va asociado a todo cuanto ha hecho el Gobierno para hacer que el venezolano se le arrodille.
«Ellos, con Chávez a la cabeza decidieron quebrar el aparato productivo cerrando miles de empresas, paralizando la importación de alimentos e imponiendo controles para llegar a la situación actual, apoyados en la triste experiencia de sus aliados cubanos que así dominaron a su pueblo y ahora nos están aplicando el mismo modelo, pero nos encontrarán de pie», asevera la estudiante.
Un nuevo mecanismo de control social
Para el profesional del derecho y dirigente regional de Un Nuevo Tiempo, Pedro Galvis, los CLAP son un nuevo mecanismo de control social que tiene diversos objetivos, según explica, todos perversos.
«El régimen está tratando de empoderar a sus huestes, llámense consejos comunales, colectivos o militantes del PSUV de manera que sean ellos quienes decidan a quiénes le venden alimentos y a quiénes no».
Apunta que los CLAP actúan como mecanismo de presión para intentar doblegar a la población, con lo cual aspiran generar un efecto similar al que se produce cuando alguien es secuestrado, que termina agradeciendo a sus captores o captor, tanto la libertad como el que le permita permanecer con vida.
No duda al afirmar que el Gobierno lo que intenta con esta nueva forma de control, es dominar a través del hambre a quienes claman por un cambio en Venezuela.
«Intentan dominar por el estómago a la población para que se someta a los designios del régimen que tiene que estar muy desesperado para implementar en un momento como este una medida tan impopular, lo que indica sin duda que estamos en la parte culminante de un proceso histórico que ha sido nefasto para el país», concluyó.