La intensa sequía sigue generando incendios en la Sierra de Perijá. El fuego ya cobró la vida de dos habitantes.

La Sierra de Perijá está envuelta en llamas desde hace 41 días. La sequía que azota el occidente de Venezuela generó que los campos secos ardieran, provocando incendios que se han propagado a lo largo de toda la zona.

La alerta sobre el gran incendio forestal que se registra en la Sierra de Perijá fue manifestada semanas atrás por el alcalde del municipio Machiques de Perijá, Alfredo Márquez y no fue hasta hace días atrás cuando finalmente representantes de la gobernación del Zulia en conjunto con la Fuerza Armada Nacional, iniciaron las labores de seguridad para sofocar las llamas.

Hasta el momento se han registrado dos fallecimientos como consecuencia de la inhalación del humo, entre las víctimas se encuentran un recién nacido y su abuela. La alarma sanitaria se enciende debido a que el fuego se expande diariamente y el humo se ha apoderado del espacio, ocasionando problemas respiratorios a los 7 mil habitantes, que conforman más de 2 mil familias esparcidas en pequeños asentamientos a lo largo de la Sierra de Perijá.

Advierten que de no poder ser controlado y extenderse el fuego, las llamas comenzaran a afectar tierra colombiana en muy pocos días.

De acuerdo a la información suministrada por las autoridades de la zona, son 18 las poblaciones afectadas por los incendios en la Sierra de Perijá, entre ellas Kasmera Tokuko, Sherepta, Shitakay, Yopotoponna, Piyistaku y Potuchi. Los diversos intentos para sofocar las llamas han sido vía aérea y se han vertido sobre los focos más de un millón de litros de agua y, por vía terrestre, grupos especializados se encargan de las zonas más pequeñas.

Gran parte de los habitantes de la Sierra de Perijá lo han perdido todo, ya que viven de la agricultura y según las autoridades ambientales el deterioro que ha sufrido la flora y fauna son incalculables, ya que esta problemática ambiental ha afectado más de 120 hectáreas de cosecha que han sido consumidas por las llamas, como los campos de plátano, aguacate, y café.

Alertan que los cambios climáticos que se están presentando en la zona son negativos, pues las corrientes de aire hacen que el fuego se siga propagando a las zonas más altas de la Sierra de Perijá.