Una juez de la Corte Federal de Nueva York, en EEUU, dicto sentencia de los Narcosobrinos de Nicolás Maduro a 18 años de prisión sin beneficios y multa de 50 mil dólares, por conspiración para traficar drogas.
Sentencia de los Narcosobrinos
es de 18 años de cárcel. Efraín Antonio Campo Flores y Francisco Flores de Freitas permanecerán en prisión federal. Ambos condenados son sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Durante el juicio la fiscalía demostró mediante grabaciones y mensajes de textos el grado de involucramiento de Campo Flores y Flores de Freitas con el narcotráfico, así como el grado de involucramiento del gobierno venezolano en estas actividades.
Ambos fueron acusados de tratar de traficar y distribuir hacia Estados Unidos 800 kilos de droga de alta pureza provenientes de las Farc, la guerrilla colombiana que ahora intenta llegar al poder en Colombia por la vía electoral.
Una de las acusaciones graves fue la que hizo el fiscal Joon H. Kim quien dijo que Maduro fue quien dio “el visto bueno” a la actividad de los sobrinos de su esposa, Cilia Flores.
A la sentencia tendrán que restarse dos años, un mes, cuatro días; tiempo en el que han estado recluidos en la cárcel de máxima seguridad Metropolitan Correctional Center de Nueva York.
El pasado 10 de noviembre de 2015 los «narcosobrinos» fueron arrestados en Haití por la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, que llevó a cabo operaciones encubiertas en Venezuela y Honduras para capturarlos.
Efraín Campos Flores, tiene 31 años de edad, y aunque es sobrino de Cilia Flores, se crío como su hijo luego de quedar huérfano de madre. Francisco Flores de Freitas, es primo de Campos Flores, ambos contaban con pasaportes diplomáticos y publicaban en sus redes sociales bienes ostentosos.
La sentencia de los Narcosobrinos de Cilia Flores, Efraín Antonio Campos Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas, fueron acusados de conspirar para importar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos y de fabricar o distribuir la droga, con la intención de enviarla a territorio estadounidense.
El 10 de noviembre de 2015, en Haití, fueron arrestados los sobrinos de la pareja presidencial mientras realizaban negociaciones para hacer el primer envío de la serie de cargamentos de droga que habían negociado con unos supuestos narcotraficantes mexicanos que eran funcionarios confidenciales de la DEA, quienes los investigaban.
Estos son los 10 aspectos más relevantes del caso:
Miembros de la familia presidencial
Efraín Eduardo Campo Flores es sobrino de Cilia Flores y fue criado por la primera dama de Venezuela. Campos Flores también es ahijado del presidente Nicolás Maduro. Medios han reseñado que cuando fue detenido alegó ser hijastro del presidente de Venezuela. El imputado trabajó en el Parlamento Latinoamericano entre 2008 y 2011 y es directivo de la empresa Transportes Herfra, registrada en Panamá el 31 de marzo de 2014. Franqui Francisco Flores De Freitas es hijo de un hermano de Cilia Flores.
Transporte de droga
La Fiscalía de Nueva York destacó, en las conversaciones y planes de vuelo presentados en el juicio como evidencia, que los acusados participaron en la búsqueda de la aeronave para hacer el envío de cocaína a Honduras y cuyo destino final era EE UU. El vuelo a Honduras se realizó en una aeronave privada piloteada por Marco Tulio Uzcátegui Contreras.
Apoyo presidencial
La Fiscalía aseguró que los acusados estaban predispuestos a cometer el crimen por el cual se les imputó y que contaban con la autorización de Nicolás Maduro. Además, se conoció que los primos mantenían conexiones de suministro de cocaína con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de acuerdo con el fiscal Joon H. Kim.
Figuras políticas involucradas
La periodista Mairbort Petit explicó que, de acuerdo con declaraciones de sus fuentes, al momento de ser apresados por la DEA los detenidos afirmaron que el transporte de droga se hacía en conexión con Diosdado Cabello, para ese momento presidente de la Asamblea Nacional, y con Tareck El Aissami, que en el momento de la detención se desempeñaba como gobernador de Aragua.
Involucrados en asesinatos
La Fiscalía de Nueva York los vinculó con el asesinato y desmembramiento de un hombre que aún no había sido identificado. La prueba es una conversación con fecha 20 de junio de 2015 a través de WhatsApp en la que Flores le envía a Campo la fotografía de una cabeza y luego el torso de un hombre sin identificar; señales para las autoridades de que se trataba de un cuerpo desmembrado. En el siguiente mensaje que le envía Flores a su primo, incluye una fotografía de un hombre abrazado con Jimena Araya, alias “Rosita”.
Pidieron clemencia
Con una serie de cartas de familiares y amigos de Efraín Antonio Campo Flores, la defensa pidió al juez de la causa, Paul Crotty, que tuviera clemencia y que enviara al sobrino de la pareja presidencial de Venezuela a su casa, junto con su esposa e hijos para que pudiera rehacer su vida con esta segunda oportunidad que solicitan. El juez Crotty reafirmó que la sentencia sería dictada este 14 de diciembre.
Mintieron
El Gobierno de EE UU sostiene que los acusados mintieron en las declaraciones juradas ofrecidas a los agentes de la DEA en el avión que los trasladó desde Haití a Nueva York el 10 de noviembre de 2015. Estas no coinciden con las presentadas por la defensa en marzo de 2016, donde se contradecían en la descripción de los eventos y en la información presentada.
Condena máxima y mínima
El Gobierno de Estados Unidos ha solicitado una condena máxima de cadena perpetua y una mínima de 30 años de prisión
Defensa y pago a través de Ruperti
Desde que se inició el caso intervinieron varios equipos de defensa, que finalmente fue asumida por Randall Jackson y John T. Zack de la firma Boies; Schiller & Flexner LLP, Michael D. Mann y David M. Rody, del bufete Sidley Austin LLP, cuyas facturas fueron pagadas por el empresario Wilmer Ruperti.
Sentencia
Han pasado 13 meses desde que un jurado los halló culpables de conspirar para traficar 800 kilos de cocaína a Estados Unidos, y este jueves fueron sentenciados en la Corte del Distrito Sur de Nueva York por el juez Paul Crotty.