la fronteraLas colas nunca han desaparecido de la frontera venezolana para comprar alimentos en los últimos años, pero recrudecieron esta semana porque llegaron algunos productos regulados, después de dos semanas casi nulas en materia de abastecimiento.

Dos semanas sin abastecimiento tenían supermercados de la ciudad de San Antonio del Táchira, en la frontera venezolana. A inicios de semana comenzaron a llegar algunos productos regulados de la cesta básica y las colas se recrudecen frente a los dos comercios de alimentos más importantes de esa ciudad, Cosmos y Económico.

“No había que comer, y no le digo mentiras. En estas dos últimas semanas compré arroz a 390 bolívares el kilo, no conseguí más que meter a la olla. Y los huevos que en todos lados habían a mil el cartón, comenzaron a venderse ya por número de cédula y las colas son muchas, ya ni eso tenemos como opción. Con todo eso nos estábamos volviendo locos, pero creo que con estas colas ya nos volvimos”, declaró Estela Medina.

La habitante de la fronteriza ciudad venezolana, dijo que nunca antes había vivido algo igual, que desde hace tiempo hay crisis, pero las dos últimas semanas las define como las más angustiosas por el desabastecimiento. Agrega, que ya no tiene posibilidad de cruzar la frontera, como lo hacía para abastecerse.

“Ahora sólo conseguimos con bachaqueros, pero muy caro. Ellos aprovechan, mientras menos comida llega aquí, le ponen más precio a todo. La Harina Pan la están vendiendo en 200 Bs., por ejemplo. Y como aquí todo el mundo tiene miedo hasta de respirar, pues será esperar que esto cambie”.

Por su parte, otro ciudadano que se encontraba haciendo la fila humana para ingresar al supermercado Cosmos de San Antonio del Táchira, quien pidió no ser identificado, dijo que a pesar del cambio de la moneda, desfavorable para los venezolanos, comprar en Colombia resultaba mejor, que comprar a bachaqueros.

“Ellos venden más caro, y lo peor es que en Cúcuta (Colombia) siguen vendiéndose los productos venezolanos. Lo que quiere decir que los siguen pasando, porque después de más de tres meses cerrada la frontera, no creo que tengan tanto abastecimiento. Todo el mundo dice que siguen pasando”.

Más seguridad que en Hollywood

En toda Venezuela, pero en especial en la frontera, la comida tiene más seguridad que una estrella de cine de Hollywood. Porque la custodia militar y policial que resguarda las colas para ingresar a los dos supermercados de San Antonio del Táchira, es enorme.

La gente temerosa de poder ser retirados de la fila y perder su oportunidad de comprar, prefiere no responder preguntas ni de forma anónima al ver la presencia de los uniformados; y tienen justificada excusa, el Estado de Excepción les resta garantías constitucionales, y sin tener muchas alternativas de defensa en esas circunstancias, argumentan que a los uniformados les es más sencillo encarcelarlos por simples motivos.

Sumada a la deprimente escena de hambre y miedo que se palpa en cada esquina de la fronteriza ciudad, temperaturas que superan los 40 grados centígrados debe soportar la gente en las filas humanas, porque ese es clima regular de la zona, hasta donde llegó El Correo del Orinoco.