Alguien me comentaba que habían sido muchas las cartas, correos y misivas los que han recibido en nuestro querido elcorreodelorinoco.com, pidiendo que aunque ya no me ocupe de las líneas editoriales, ¡que gran acierto!, que al menos siga alimentando a mis amigos y a mis entusiastas lectores con algunos de mis sucedidos.
Y, una de las últimas, a parte de las violaciones diarias y flagrantes de todos los códigos de conducta, penales… Es la que nos preparan con una guerra civil que sólo beneficia a sus asquerosas divisas… Violan permanentemente todo, sin escrúpulos, y el ASESINO sigue en su silla eléctrica a la espera de que alguien accione la palanca, y le chamusque el pajarito.
El ROBO perpetrado en Venezuela debería mover las conciencias de todos, y más las de los que quieren ser los nuevos policías del mundo, tras el abandono del noqueado pato, Donald Trump. Ahora les queda poner ORDEN INTERNACIONAL y procesar a los ladrones y asesinos. Porque tan asesino es el que aprieta el gatillo, como el que lo ordena, o el que vende las armas, o el que las controla… o el incitador, ¿verdad? Nicolás el colombiano de nariz blanca por parte de mujer… ¡Que hijos de satanás!, sólo os importan vuestras abultadas y repugnantes cuentas. Como las de los Ignacios González Granados que andan por la surrealista España de charanga y barretina.
En España todo sigue igual, donde las cosas cambian es en la Imperialista Gran Bretaña, en la que se tardan diez vidas en contar a las víctimas de su egoísmo, y entregar sus cuerpos a las resignadas familias, pero nada igual que la locura del loco de MADURO. Una verdadera enfermedad que lleva a un conductor de autobuses a creerse dios. Un dios cuyo único mérito es tener a todo el PUEBLO de VENEZUELA en su contra.
La tarta sigue encima de la mesa, y los llamados son muchos. El padre de Leopoldo le habrá pedido que se quede en la cárcel, que de esa forma se asegura una elección que compensará todos los sinsabores y las largas noches de cabezazos contra la pared de su alma. ¡Lo importante es llegar! ¿El precio? Ya lo han pagado, porque nadie que se haya visto sometido a la presión que ha vivido Leopoldo López Jr., puede estar cuerdo. Y, mientras Leopoldo se recupera y se prepara para su llegada a la presidencia de la república, Henrique Capriles sigue ocupando la calle, y Lilian Tintori viaja de allá para acá, para recoger sus ayudas… Antonio Ledezma sigue recluido en su casa… ¿Podría ser la solución? Se busca Presidente de tránsito para país en liquidación.
Los venezolanos debemos tener claro que necesitamos un PRESIDENTE DE TRANSICIÓN, que sea capaz de aglutinar mayorías para sacar adelante este aborto de Estado en el que han convertido los CHAVISTAS al lugar más bello de nuestro planeta Tierra.
Gracias Panas.
Ah, felicidades a Omar por su cumpleaños.