Durante el fin de semana han sido repetidas las protestas y peleas entre ciudadanos por la falta de comida.
Frecuentes han sido en los últimos días las protesta en Guayana por falta de comida. La escasez está llegando a límites insospechados para la gente, quienes se llegan a pelear entre sí con tal de comprar un par de alimentos, que aunque no significa tener un mercado completo, conseguirlos es casi misión imposible.
Desde el viernes en la tarde se siente la tensión en el Abasto Bicentenario de Puerto Ordaz. Tras las largas horas de cola que pareciera haberse hecho costumbre y casi normal a las afueras del Centro Comercial Zulia, donde se ubica dicho comercio, los consumidores recibieron la notificación de que ya no había comida, o al menos los productos demandados.
Dentro de las instalaciones del abasto la tensión era peor, efectivos de la guardia Nacional Bolivariana (GNB) controlaron la situación, pero a las afueras los ciudadanos tomaron el lugar y trancaron la calle principal, exigiendo respuestas sobre dónde estaban los alimentos, reclamando la venta justa para todos los que acudieron.
Otra pelea por comida
Al siguiente día, la situación fue la misma, se repitió el mismo capítulo del viernes, pero esta vez con una réplica en la sede de la Productora y Distribuidora Venezolana de Alimentos (Pdval) en Alta Vista, Puerto Ordaz.
La gente se peleaba por la comida y la Policía del estado Bolívar (PEB) tuvo que intervenir. Ahora el control militar y policial en estos establecimientos es mayor y riguroso. Ciudadanos han denunciado, incluso, la acción de efectivos militares, quienes tomaron las instalaciones del Centro Comercial Zulia para controlar la entrada al Abasto Bicentenario, como lo vienen haciendo desde que se acentuó la escasez y el desabastecimiento en Guayana, pero esta vez haciendo uso de equipos antimotines.
En San Félix la situación no es diferente. Al igual que ocurrió el pasado jueves en el supermercado Santo Tomé de Los Olivos, en Puerto Ordaz, un comercio ubicado en el sector La Pica Pica, en San Félix, también sufrió un conato de saqueo durante la venta de productos escaseados de la canasta alimentaria.