Los saqueos en Venezuela ocurridos desde el pasado viernes y que se extendieron en gran parte del territorio nacional cobraron protagonismo en el Zulia, específicamente en el municipio San Francisco, ayuntamiento en el que se encuentra ubicada la Granja Ana María Campos, la cual funge como centro experimental para los alumnos de la Facultad de Agronomía de la Universidad del Zulia.
De acuerdo a la información suministrada por el decano de la Faculta de Agronomía de la Universidad del Zulia, Elvis Portillo, un grupo de delincuentes, apoyados por más de un centenar de personas de la localidad arremetieron contra la granja llevándose parte de los equipos e incluso hasta parte de la infraestructura como puertas y ventanas.
“Se llevaron las láminas del techo de todas las oficinas, de todas las aulas de clases, se llevaron los pupitres, escritorios, acondicionadores de aire, computadores, rompieron las paredes con mandarrias y se llevaron las puertas, las ventanas, los materiales, sorgo que teníamos allí y sigue la amenaza de invasión por parte de la comunidad que está allí”, denuncia Portillo.
Precisa que días atrás se había perpetrado el robo del cableado eléctrico, bombillos, lámparas y hasta bombas de agua, indica que solicitaron a los cuerpos de seguridad del estado Zulia el apoyo para resguardar lo poco que quedó, sin embargo, la ayuda ha sido poca.
“Están utilizando a menores de edad para hacer este tipo de fechorías, porque los ampara la Ley”
“Con un niño o un menor de edad que se encuentre allí la policía no puede hacer nada y a esos los están lanzando como carne de cañón…, detrás de eso está un grupo de delincuentes armados y desde afuera disparan a la gente que tenemos acá dentro de la granja…, la gente solo espera que uno salga para volver a meterse y yo creo que el objetivo de estos delincuentes es desmantelar completamente la granja y quizás luego meterse e invadir y cada uno hacer su parcela”, sentencia Portillo.
Vale mencionar que la Granja Ana María Campos, hace más de cinco años fue producto de un conato de invasión y sobre ella pesa un decreto de afectación sobre las 70 hectáreas.