Como un saqueo catalogaron los expendedores de carnes en el Mercado Libre de Maracay
, la jornada de fiscalización por parte del Gobierno venezolano en manos del personal de la Superintendencia de Precios Justos (Sundee) que obligó a los comerciantes a vender la carne a precio regulado (Bs. 250) cuando el producto lo adquieren a más del doble en los mataderos.
Los carniceros son el último eslabón en la cadena de producción, pero el más atacado por los altos costos de la carne de res, regulada por el Gobierno venezolano a Bs. 250 pero que finalmente llega al consumidor en Bs. 1000.
“Esto fue un saqueo lo que nos hizo el gobierno venezolano”, dijo José Briceño, carnicero con 35 años de trabajo en el Mercado Libre. Ese centro de abastecimiento es uno de los tres mercados que se encuentran bajo la administración del ayuntamiento municipal, a cargo del partido oficial. El Mercado Principal fue el primero en ser fiscalizado y la historia se repite en cada establecimiento.
En los 35 años de experiencia como carnicero en el Mercado Libre, Briceño aseguró que es la cuarta vez que son objeto del ataque gubernamental. Todos bajo el mandato de la revolución.
Saqueo en Maracay: Compró la res en Bs. 136.250 y la vendió en 42.500
El carnicero comentó que sus pérdidas se calculan en base a una res, lo que tenía en existencia. En detalle, indicó que la res pesa unos 250 kilos y que la adquirió a Bs. 545 el kilo en el matadero, lo que suma Bs. 136.250. Luego del deposte pierde unos 80 kilos entre hueso y grasa (Bs. 43.600), por lo que cuenta con unos 170 kilos para la venta unos Bs. 92.650 a precio de costo pero que le generarían Bs. 170.000 tras su venta al público. Luego de la fiscalización y la obligación de vender el kilo de carne a Bs. 250, Briceño solo obtuvo Bs. 42.500, pero pagó Bs.136.250 por la res en el matadero. “En cuál país del mundo la gente trabaja para perder? ¡Esto es imposible!”
Carniceros de Maracay aseguran que la medida será «pan para hoy y hambre para mañana», literalmente.
No habrá más carne que vender en Maracay
Briceño contó que mientras los fiscales del Sundee ordenaban la venta de la carne a precio regulado, hubo mucha población enardecida con la medida pero otros aplaudían lo que sostiene, fue un saqueo en toda regla.
“Los guardias nacionales (efectivos militares) rompían cadenas y candados de las neveras para testificar que no había más carne y no conforme me dijeron que así le mostrara la factura de compra, estábamos fuera de ley y teníamos que vender a precio regulado”.
Por el momento Briceño no comprará más mercancía, trata de digerir lo que pasó pero está convencido de que la medida fue “pan para hoy y hambre para mañana”, literalmente porque las neveras quedaron vacías.