La bandera nacional colgaba en las fachadas de muchas viviendas, el comercio estuvo parcialmente cerrado, las avenidas se observaban con manifestaciones espontáneas de júbilo, y luego de las dos de la tarde una gran caravana recorrió las principales avenidas de la capital del Táchira, San Cristóbal, que se plenó de celebraciones. Ciudad reconocida como el bastión más aguerrido y manifestante contra el gobierno de Hugo Chávez y de Nicolás Maduro.
La caravana llegó al simbólico Obelisco de la colonia italiana en San Cristóbal, donde una multitud desbordó los espacios. Los seis diputados electos en Táchira a la Asamblea Nacional Sergio Vergara, Sonia Medina, Ezequiel Pérez, Juan Requense, Laidy Gómez y Gaby Arellano acompañaron esa movilización.
El diputado número 7 que aporta la región fue Ricardo Sanguino, por el circuito de la montaña, representante del Partido Socialista Unido de Venezuela -Psuv- quien se midió con una oposición dividida entre dos candidatos, que sumados sus votos superan por casi el doble la votación de Sanguino. Del diputado en funciones y reelecto hubo muestras de ninguna celebración.
La pólvora sonó de nuevo
La pólvora y los juegos artificiales también fueron parte de los festejos en la ciudad de San Cristóbal y en la zona de la frontera. Donde aún con la cercanía a la navidad no se habían dejado oír, a pesar de que los fuegos artificiales años atrás, comenzaban a explotarse desde noviembre.
Desde el domingo en la noche, hasta el lunes en la noche, la pólvora retumbó en avenidas, barrios y urbanizaciones de la capital tachirense. Algunos incluso comentaban que a pesar de la escasez que hay en el país y la región, tendrán “por fin motivos para celebrar con entusiasmo las navidades”. Tema que fue interpretado por varios de los diputados electos por el Táchira y mencionado en sus discursos.