El gobierno nacional tiene dos años -2014 y 2015-  sin enviar los recursos al municipio San Cristóbal, la alcaldesa de la capital del Táchira dice que debido a ese castigo del gobierno de Nicolás Maduro paralizaron 74 obras de  importancia.

“Son dos años consecutivos -2014 y 2015- sin que el gobierno nacional entregue los recursos a los sancristobalenses”, dijo la alcaldesa del municipio San Cristóbal,  Patricia de Ceballos, quien llegó a ese cargo luego de las elecciones, de así casi dos años donde ganó por más de 80 por ciento, cuando su esposo Daniel Ceballos fue encarcelado y destituido como alcalde electo de la capital del Táchira, municipio que se ha distinguido  por ser radicalmente opositor al gobierno desde  la época de Hugo Chávez, y donde se han desarrollado las más férreas  protestas, conocidas como guarimbas, en Venezuela.

Explicó la alcaldesa que muchos proyectos no han sido posibles, porque el Fondo de Compensación Interterritorial, ubicado en la capital del país y dependiente del gobierno de Nicolás Maduro,  castigó a este pueblo.

“Aprobaron los recursos de los  proyectos que se mandaron desde la alcaldía, pero el  dinero jamás  lo han enviado para ejecutar las obras, que debido a esa actuación generan la paralización de 74 proyectos  fundamentales para el municipio”.

Para el próximo año le aprobaron al municipio San Cristóbal  4 mil 554 millones de bolívares,  y por la galopante inflación del país, que cerrará en 2015 cercana a un 200 por ciento, han reconducido el presupuesto.

“En el 2015 colocamos en la ciudad 16 mil toneladas de asfalto a través de nuestro plan San Cristóbal Mejores Vías. Programa desarrollado  con un presupuesto de mil 509 millones de bolívares, este año. Para el año 2016 iniciamos con 4 millones 554 mil bolívares y solo pudimos presupuestar 12 mil toneladas de asfalto con ese monto aprobado”, dijo la alcaldesa.

 

San Cristóbal también confronta el problema del suministro de asfalto, porque este es controlado por el gobierno regional y nacional, en manos  del oficialismo, y le despachan con mucha restricción, a pesar de que les cancelan el producto con los recursos generados por los impuestos municipales.