La escasez de reactivos que forman parte del sistema de salud y mediante el cual funcionan los laboratorios de química sanguínea, aunado a los elevados costos de todos los insumos, obligan a muchos laboratorios a cobrar aparte hasta el kit de extracción. La aguja cuesta 100 bolívares que se adosa al costo del examen a realizar que ya de por si, aumento en casi 200 por ciento.
Una hematología completa que hasta hace tres meses costaba Bs. 150 en laboratorios populares, hoy se ubica en 350 bolívares.
Angélica Viña, bioanalista, aseguró que ahora se cobra la inyectadora porque los insumos aumentaron en más de 500 por ciento su costo.
“Ya una jeringa en farmacias cuesta 150 bolívares, es decir, lo que antes costaba la hematología completa. El costo anterior cubría los gastos de reactivo, kit de extracción, pago de personal, papelería y gastos de local, pero hoy es una ilusión. Ahora hay mucha gente que trae su propia inyectadora o que traen la muestra directamente desde laboratorios públicos porque allí la situación está tan mal, que muchas pruebas no las realizan y las remiten a laboratorios privados”.
El perfil 20 en una laboratorio popular se ubica en Bs. 1800 pero en otros el paciente debe cancelar hasta Bs. 3 mil.
Viña destacó que cada día la situación del sector salud se agrava y en el caso de los laboratorios, porque el 90 por ciento de los reactivos son importados. Aseguró que cada vez son menos los proveedores que se mantienen trabajando en la dotación de laboratorios, muchos de ellos pequeños con poco tiempo en el área, debieron cerrar sus puertas porque no pudieron mantenerse en tiempos de crisis.
“Me ha costado mantener mi laboratorio, el que levanté con muchísimo esfuerzo porque aquí nadie me regaló nada, desde mis inicios hace 12 años me enfoqué en un laboratorio con precios populares, al alcance de la población que tanto lo necesita, pero es imposible mantener precios solidarios porque sino, tendría que bajar la santamaría”, señaló Angélica Viña.
A finales de 2015 la presidenta del Colegio de Bioanalistas de Aragua, Blanca León, aseguró que durante el año se registró el cierre entre el 10 y 20 por ciento de laboratorios privados, cifra que calificó como alarmante porque incide directamente sobre la población y el diagnóstico que requieren los médicos.
Mientras tanto, Víctor Maldonado, vicepresidente del Sindicato Unitarios de Trabajadores de la Salud (Sutsea), sostuvo que ese sector no escapa de la crisis que enfrenta la salud en Aragua y recalcó como ejemplo la situación que atraviesa el Laboratorio Regional del Centro.
Fue creado por el ejecutivo regional para satisfacer la demanda de pacientes de escasos recursos, pero desde su creación fue mermando la capacidad de atención por falta de reactivos e insumos de manera que durante el 2015 atendió a solo 5.925 personas cuando en el 2012 la cifra de atención alcanzó los 17. 623 pacientes.