La Mesa de la Unidad Democrática ha propuesto impulsar tres vías de forma paralela para la salida de Maduro: enmienda constitucional, revocatorio y solicitud de renuncia.
La oposición venezolana se encuentra actualmente en campaña para lograr la salida constitucional del presidente Nicolás Maduro. Aunque dentro de la coalición se acordó impulsar las tres vías de forma simultánea, cada una de las propuestas tiene aspectos positivos y negativos. Hay líderes que impulsan unas y rechazan otras.
El revocatorio
El revocatorio, avalado en el artículo 72 de la Constitución, es la bandera del partido Primero Justicia (el que mayor cantidad de votos obtuvo el pasado 6 de diciembre) para impulsar la salida de Maduro. El primero en anunciar la posibilidad de unas elecciones en la mitad del mandato del presidente Maduro fue el gobernador Henrique Capriles, dos veces candidato presidencial en Venezuela, quien se encuentra girando por el territorio nacional promoviendo esta vía.
Aunque, según los lapsos establecidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE), podría concretarse para finales del mes de octubre, comienzos de noviembre, la verdad es que el máximo órgano del Poder Electoral también lo retrasaría si así lo quisiera para, a su vez, retrasar la salida del primer mandatario nacional.
Para evitar estos retrasos, la oposición aprobó ya en primera discusión la Ley Orgánica de Referendos que, adicionalmente, establece garantías en la confidencialidad de quienes participen para evitar la persecución política. Sin embargo, para ser aprobada, esta ley deberá, por su carácter orgánico, pasar por el Tribunal Supremo de Justicia además del Ejecutivo para su promulgación.
Mientras tanto, Primero Justicia ha hecho en la calle un primer censo de personas que estarían dispuestas a participar en este referendo, sin embargo, son firmas que no tienen ningún tipo de validez. La MUD espera por el CNE en lo que tiene que ver con cuál será el formato que se utilizará para la recolección del 1% del padrón electoral, el sistema y las delimitaciones geográficas. Hasta que este pronunciamiento no se dé de parte del Poder Electoral, el referendo no está formalmente en marcha y podría vencerse el plazo para tal activación que busca concretar la salida de Maduro.
Lo que temen los dirigentes de la oposición es que se retrase hasta 2017, cuando el escenario sería que el vicepresidente de la República asumiría la Presidencia hasta el fin del período en 2019, tal y como lo establece la Constitución.
La renuncia
Aunque se trata del método más expedito y sin mayores «traumas» para la salida constitucional, únicamente podría darse si Nicolás Maduro decide dimitir a su cargo. Quienes rechazan esta opción dentro de la oposición señalan que es una ingenuidad pensar que el primer mandatario podría echarse a un lado. Sin embargo, los que lo apoyan, como es el caso de la exdiputada María Corina Machado, explican que ninguna renuncia en la historia ha sido por voluntad propia, por lo que considera fundamental que haya presión social en las calles para exigir tal decisión de parte del jefe de Estado. Si tal acción se concretara en el 2016, el presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, sería el encargado de tomar el cargo y convocar en los próximos 30 días a elecciones para que los venezolanos decidan quien sería el nuevo encargado de la primera magistratura, tal y como lo señala la Carta Magna en su artículo 233.
También se ha planteado que con la enmienda se elimine la reelección indefinida y la posibilidad de que sea el Vicepresidente quien asuma las funciones del Presidente si la falta absoluta se da dos años antes de que finalice el mandato.
Enmienda constitucional
La posibilidad de realizar una enmienda constitucional está en manos de la Asamblea Nacional, actualmente con mayoría opositora. Desde la Mesa de la Unidad Democrática y el mismo presidente del parlamento han explicado que la idea consiste en modificar el tiempo del período presidencial de 6 a 4 años, lo que obligaría a que se realizaran elecciones el próximo 2017. Sin embargo, una de las dificultades que podrían surgir sería la interpretación que realizaría al respecto la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, que podría alegar que tal reforma comenzaría a estar vigente a partir del próximo período; es decir luego de que Nicolás Maduro finalice el mandato en 2019.
Constituyente
La posibilidad de instalar una Asamblea Constituyente fue una propuesta, en principio, del partido Voluntad Popular, que también propuso las manifestaciones de calle de 2014 conocidas como «La Salida». Aunque había sido desestimada, la MUD no solo la agregó al arsenal de mecanismos que podrían activarse, sino que el presidente de la Asamblea Nacional ha asomado esta posibilidad en varias oportunidades por considerar que la actual Constitución fue hecha «a la medida» del expresidente Hugo Chávez.
Los dirigentes opositores han sido cuidadosos en advertir que este sería el último de los mecanismos a activar. El objetivo sería reformar el Estado, el ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución. Puede ser convocada por las dos terceras partes de los diputados de la Asamblea Nacional o mediante la recolección de firmas (15% del padrón electoral). La diferencia de este mecanismo con respecto al resto es que no puede ser objetado ni desconocido ni por el presidente ni por ninguno de los Poderes Públicos.
Por su carácter de reforma estructural, el proceso de una Constituyente podría durar hasta dos años, esta ha sido la principal objeción que tienen algunos dirigentes de la MUD al respecto.
¿Y usted, cómo piensa que se dará la salida de Maduro del gobierno?