El ciudadano de a pie sobrevive agobiado en Venezuela, porque el salario mínimo no le alcanza ni siquiera para «engañar «al estómago.
El salario mínimo vigente desde el pasado mes de marzo, fijado en 11 mil 577 bolívares, de la mano con el ticket de alimentación, cuyo valor es de 13 mil 275, para un total de 24 mil 852 bolívares mensuales, a un mes de su aprobación mantiene al venezolano de a pie en una situación económica calamitosa.
Y es que para una familia de cinco miembros, sobrevivir con dos salarios mínimos, en caso de que tanto el padre como la madre estén empleados, resulta casi imposible poder meter los pies debajo de la mesa tres veces al día.
Así se deduce de lo dicho por Pedro Pérez (nombre ficticio para proteger su identidad), quien labora como empleado de un ente gubernamental, quien asegura que la quincena sólo le alcanza para comer durante una semana. «Desde ahí comenzamos a engañar al estómago, porque el salario mínimo es nada».
Sostiene que por ser empleado calificado, su ingreso mensual es de 15 mil 804 bolívares y sumando el ticket de alimentación llega a 29 mil 79 bolívares.
«Ese ingreso alcanza para comer una semana, a partir de ahí empezamos a inventar, pero hay días en los que los muchachos no pueden ni siquiera ir a la escuela porque no tenemos plata para que paguen pasaje y tampoco para que coman».
Afirma que el ingreso de su esposa, quien es cajera de un automercado, prácticamente lo tiene que dejar en el sitio, porque termina fiando cada día. «Cuando no, tenemos que bachaquear con el correspondiente sobreprecio productos como la leche, que en ocasiones nos cuesta hasta 3 mil bolívares y los pagamos, porque qué le damos a los niños?, esto es tremendo», comenta cabizbajo.
«Un plan para someter, desmotivar y chantajear»
La diputada a la Aamblea Nacional, Yajaira Forero, dice estar persuadida de que todo cuanto ocurre forma parte de un plan del Gobierno, para intentar doblegar al pueblo jugando con el hambre, el salario mínimo insuficiente y el estado de sitio decretado por el hampa, son situaciones calculadas y planificadas.
La parlamentaria opositora condena el chantaje que a su juicio viene dándose en todos los rincones del país, donde el Gobierno intenta mitigar el hambre de la gente, ofreciendo bolsas de comida a «precios solidarios», solo sí firman en contra de la Ley de Amnistía, la cual han ordenando al TSJ declarar inconstitucional.
Forero dice estar segura que no obstante las felonías del Gobierno de Maduro, la gente está decidida al cambio y ni siquiera el hambre cambiará el deseo de cambio.
«Son muchas las personas que votaron el 6 de diciembre, más de 7 millones y las que ahora se están sumando, al observar que éste es un Gobierno corrupto, forajido y manipulador que juega con el hambre, pero van a salir por vía democrática «, declara.