Es incomprensible. ¿Es una cárcel?, ¿es una tarde sin familia?, ¿es una realidad?, o lo que vamos a ver es un vídeo montado para asustar y sorprenderse.
A mi, Pedro Aparicio Pérez, me recuerda el vídeo del gran Santiago Segura, cantado por el vozarrón de David Bisbal, y en el que se ven más de cerca el dadaísmo que no diosdadismo. Enfermos que en un país gobernado por seres normales, estarían en celdas de centros psiquiátricos. Si no fuese porque da risa verles bailar como mozuelas me echaría a llorar… es de las cosas más divertidas, junto los caderazos de la Nicolasa, que como no tiene sentido del ridículo, sale por los escenarios, mientras la víbora de su vicepresidente, se afila para seguir asesinando y privando de LIBERTAD a nuestro amado país.
Llega el final, e intentan engañar a estos muertos de pena, para que sean sus soldados frente a nuestros chamos. NO LO VAMOS A CONSENTIR. Ríanse de estos pendejos, porque en todo el mundo son motivo de gran celebración y risa. Lo peor que se le puede hacer a un gobernante son dos cosas: Uno cambiarle el nombre, y otro que todo el mundo se ría de él. ¿Verdad Nicolasa? jajajajajajaja…