El secretario de Estado, Rex Tillerson, fue confirmado por el senado de Estados Unidos, para Venezuela podría ser un golpe duro esta designación.
Para el año 2007, Rex Tillerson, era el director Ejecutivo de la empresa petrolera ExxonMobil, que hacia vida en Venezuela, en ese entonces, el expresidente Hugo Chávez decidió que las empresas extranjeras debían dar al menos un 51% de su producción. Ante las amenazas de Chávez, la mayoría de las industrias aceptaron, menos las estadounidenses ConocoPhillips y ExxonMobil, por ese motivo, el exmandatario expropió sus sedes y no les permitió seguir extrayendo petróleo del país.
Esa situación conllevó a la empresa petrolera comandada por Rex Tillerson, a denunciar la expropiación ante un tribunal de arbitraje internacional. Además dos grandes proyectos controlados por esta compañía se vieron afectados en las áreas petroleras venezolanas de Cerro Negro y La Ceiba.
El Gobierno la intentó “compensar” mediante el pago del valor contable de sus activos pero ExxonMobil elevó una protesta bajo el argumento de que el Gobierno debería haberla compensado por el valor de mercado de sus activos, el cual era significativamente mayor. Reclamó US$10.000 millones como compensación pero al final fallaron a favor de Venezuela.
Chávez y sus seguidores fustigaron a la compañía pagando apenas US$1.600 millones, muy lejos de la petición de la petrolera, razón por la cual a Tillerson no le quedó de otra sino quedarse callado.
Pero los conflictos no cesaron, ya que en 2015 ExxonMobill encontró un gran pozo petrolero con crudo de buena calidad a 200 kilómetros de la costa de Guyana. El problema de Venezuela es que reclama esas aguas por la disputa del Esequibo. Nicolás Maduro creyó entonces que esto no era casualidad y aseguró que era una “campaña brutal” contra el país.
“ExxonMobil ha financiado campañas de televisión, de radio y de prensa, así como a partidos políticos en el Caribe, específicamente en Guyana“, acusó Maduro en esa oportunidad.
Estos antecedentes dejan entrever que el nuevo Secretario de Estado de los Estados Unidos, podría mantener una actitud férrea con el Gobierno de Venezuela, tomando acciones que golpeen directamente al chavismo cada día más debilitado, como una manera de resarcir los daños que en otrora le causó Hugo Chávez, a la compañía petrolera estadounidense que estaba bajo su mando. Además que seguramente no será lo más complaciente al momento que el Gobierno chavista incurra en alguna irregularidad que afecte a Norteamérica.