Las posibilidades de un Revocatorio en 2016 quedaron en el limbo con la suspensión de la recolección del 20%.
¿El Revocatorio en 2016? Primero fue el Consejo Nacional Electoral (CNE) el que colocó trabas en el proceso de solicitud del mecanismo constitucional consagrado en el artículo 72 de la Constitución; luego el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y finalmente tribunales penales estadales y municipales. Electores en todo el país se preparaban para la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad, pese a las limitaciones impuestas, pero la suspensión de la actividad termina por cerrar el camino para que el referendo se realice este año.
A algunos no les sorprendió la decisión del CNE de suspender la recolección del 20% de manifestaciones de voluntad para revocar el mandato del presidente Nicolás Maduro y su gobierno, escudándose en el recurso judicial que anula la recolección del 1% de firmas en Aragua, Bolívar, Carabobo, Monagas y Apure. De igual manera, el anuncio molestó a la ciudadanía.
“Ya se sabía que harían cualquier cosa para no hacer el revocatorio en 2016. Lo que molesta es que ya ni guardan las formas, no les importa violar cualquier ley, la Constitución, hacen los que les da la gana y todo de golpe para que no podamos hacer nada”, dijo Melissa Rodríguez, cuya firma fue invalidada para el proceso del 1%.
Trabas preparadas
No son casuales todas las trabas que se fueron colocando para la activación del revocatorio en 2016. Primero, tras la recolección del 1% de firmas que ahora son anuladas en cinco estados, el CNE exigió la validación de las mismas, cuyo porcentaje dispuso se cumpliera por estado, lo cual se logró y superó en todas las entidades del país.
Aunque el proceso fue automatizado, el ente electoral se tomó más de un mes para la revisión de la autenticación de huellas y habilitar a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) como organización promotora del referendo revocatorio.
Con ello vinieron los despidos de funcionarios del Seniat y trabajadores de empresas como Sidor, Venalum, Ferrominera, Pdvsa y Alcasa. Todos ellos ratificaron su disposición a apoyar el referendo revocatorio y participar en la recolección del 20%.
“Firmé y lo volveré a hacer porque ese es mi derecho”, afirmó Mayra Martínez, extrabajadora de Sidor.
La fecha de recolección del 20% también tomó más tiempo del lapso requerido, fijándolo finalmente para los días 26, 27 y 28 de octubre, con la habilitación apenas de 1.356 centros de votación, y la exigencia de que el porcentaje se cumpliera en cada estado.
La MUD aceptó ir al proceso, pero siguiendo lo indicado en la Constitución, 20% nacional por ser el registro electoral de la circunscripción correspondiente, en este caso el del Presidente de la República.
El último amedrentamiento fue el de negarle las bolsas de comida del CLAP (Comité Local de Abastecimiento y Producción) a las comunidades que firmaran por el revocatorio.
“Eso fue lo que nos dijeron a nosotros. Los vecinos dicen que no van a firmar por el revocatorio porque después los buscan en la lista y se van a quedar sin comida, si de por sí pasan meses para que llegue el Clap otra vez”, denunció una habitante del sector Villa Bahía en Puerto Ordaz.
Así sucedió con promesas de entregas de casa y firma de contractos colectivos. A propósito del acuerdo en Corpoelec, trabajadores de Sidor, cuyos nombres pidieron resguardar, aseguran que el entonces presidente de la empresa Justo Noguera Pietri llegó a manifestar que no merecían contrato ni aumentos por apoyar el referendo revocatorio.
Los ánimos no bajaron. Fue entonces cuando la Sala Electoral del TSJ ratifica que el 20% debe ser por estado. Aún así, la MUD organizó a sus equipos para la movilización y agilización de la jornada, en función de superar la meta, no contando con que un Tribunal Penal tomara una decisión fuera de sus competencias, y que el CNE las acatara.
¿Ahora qué?
“Creo que el gobierno hará las mil y un trabas para evitar la realización del revocatorio en 2016 y en 2017. Inventaron un 1% que no está en la Constitución. Ahora, a través de sentencias de tribunales no competentes para temas electorales, postergan la jornada del 20% con la complicidad de un CNE que «acata» esa decisión ilegal, sin fundamento y como medida política».
«El Revocatorio es la última salida pacífica y electoral que nos queda. Si el gobierno la mata, pues iremos a la calle”, dijo Jesús Hernández, ingeniero habitante de la parroquia Chirica, en San Félix.
Como él, hay quienes temen en una salida electoral tras el bloqueo de cualquier vía constitucional y democrática. Otros, aunque parezca utópico, conservan la esperanza de la renuncia presidencial.
“La presión social y el desastre del país tendrán que hacerlo renunciar. Los venezolanos estamos perdiendo mucho, pero ellos tienen más que perder porque son los dictadores”, agregó Roberto Mujica, habitante de la misma parroquia.