¿Habrá Revocatorio? ¿Estará buscando Nicolás un refugio en el exterior? ¿Qué piensa su amigo Diosdado? ¿Dónde quedan las promesas? El resultado, no es otro que un país al borde de una guerra civil, y, será el Pueblo, el que como siempre, perderá, y llorará a los que luego llamarán ‘patriotas’, pero para qué les queremos muertos. Y esto es lo que hay que evitar a toda costa.
Que la locura y los tableros de ajedrez se entrecrucen, porque los que están, llevan tomando posiciones desde que se escuchó hablar por primera vez de REVOCATORIO. Los intereses van tomando posiciones, se miden las intervenciones, y tiempos de unos y otros… Todo está preparado para que Maduro salga de Miraflores y eso lo saben tanto sus títeres titiriteros, como los de la oposición. Y, entonces, sólo entonces nos daríamos cuenta de quiénes son los que mueven los hilos de cada cual. Los hay que llevan cobrando de empresas gringas, chinas, holandesas, españolas… esperando a que Nicolás encuentre un refugio a sus dineros y condiciones, eso sí con cochera para poder guardar su autobús, es un recuerdo con cariño y confianza… No se lo podemos negar al chamo. En ese momento los padres de la democracia venezolana darán un paso desde su dorado exilio en Miami, y regresarán a ver si ha quedado teflón en el fondo de la olla, y si no lo seguirán raspando a lo PDVSA. ¡Rasca que falta la cuota de Fidel!
Hace unos años que comencé desde España una guerra contra la dictadura venezolana. El gran Huguito Chávez Candanga se cabreaba mucho cuando tenía que sufrir que elcorreodelorinoco.com, del Padre de la Revolución Bolivariana, Simón Bolivar, estuviese en manos del gallego que suscribe. Y, siempre será mío, y por ende del Pueblo de Venezuela. Porque, aunque los grandes señores entregan dinero a los otros para que después se lo devuelvan… ¡En todos los sitios, lugares, países… donde haya un ser humano! Esperamos aguantar a la llegada de la democracia real, que llegará de la mano de hombres como Henry, Antonio… ¡Suerte hermanos!
Con mucho cariño a mi querida María Eugenia y su niño.
Besos os admiro pana.