Restaurantes populares elaboran 50% menos de la cantidad de platos porque buscar alimentos es una odisea en Venezuela.
La escasez de alimentos de la cesta básica, producto de la regulación de precios, afectó a los restaurantes populares en mercados de Aragua que, de manera obligada, eliminaron contornos o algunos platos del menú.
“La carne y el pollo tenemos que repagarlos y buscarlos por toda Maracay y el resto del estado. Los empleados son quienes consiguen un kilo de arroz o pasta, y así vamos trabajando a diario”.
Las ventas de Yesica Martínez, encargada de uno de los restaurantes populares, han disminuido en un 50 por ciento porque ahora no preparan la misma cantidad de platos que antes.
“Antes se hacían ollas y ollas de comida, ahora no se puede hacer lo mismo, los clientes se quejan porque a la 1.00 de la tarde aquí ya no hay comida”, relató la joven.
Según Yesica, compran el pollo y la carne a “precio normal”, es decir, no regulados, de manera que el kilo de carne de res lo consiguen en Bs. 1.200 y el de pollo entre Bs. 700 y hasta 900
“Arroz tampoco hay, se le pide prestado a los vecinos de otros restaurantes o a los mismos clientes que saben de la situación y nos venden medio bulto cuando tienen, ¿pero, se consigue arroz? ¡Eso es mentira!”.
Anteriormente en su puesto de comida complacían al cliente si deseaba más arroz o si en la sopa querían una cucharada del cereal. Ahora simplemente le dicen al cliente “no hay”.
“Es horrible esta situación buscando comida para subsistir. Aquí disminuimos el número de tajadas (plátano frito) que se servía por plato, antes eran dos y ahora es una porque eso está muy caro. La pasta la vendemos un día si y otro no, o a veces no la vendemos hasta en una semana”.
Según Yesica, los clientes se quedan impresionados porque todos los precios suben, aquí no aplica la Ley de Gravedad.
Paulo Rodrigues es uno de los comerciantes que también expende comida. El ciudadano, de origen portugués, asegura que debe salir de Maracay para adquirir la carne que le permita laborar una semana.
“Hay que pagar la carne y el pollo al precio que sea porque la gente lo que quiere es comer y aquí es más barato”. El precio de los platos oscilan entre los Bs. 350 (sopas) y 450 y 550 el plato seco.
El comerciante eliminó las caraotas del menú dado el alto costo que implica adquirir un kilo de las negritas y que tampoco se consiguen. Las arepitas que sirve con cada plato, debe hacerla con harina de maíz “bachaqueada”. El precio del producto marca 19 bolívares el paquete de un kilo, los “bachaqueros” o revendedores desangran a la población porque piden hasta Bs. 100 por cada paquete.