No saber cómo reparar bombillos ahorradores ya no es problema en Maracaibo, pues sus habitantes para economizar gastos ya saben cómo hacerlo.

¿Alguna vez se quedó a oscuras por no saber cómo reparar bombillos ahorradores? Pues la situación no tendrá que revivirla, ya que por cada luz que se apaga se encienden miles, y es que el ingenio del venezolano durante estos graves tiempos de crisis lo ha llevado a hacer cosas que años atrás parecían imposibles.

Ante esas increíbles cosas de la vida como reparar bombillos ahorradores   mucha gente comienza a rendir mucho más el dinero, pues los altos costos en Venezuela como consecuencia de la falta de producción, la inflación y las dificultades para la asignación de divisas, también repuntan en el precio de los bombillos.

Quienes están en la necesidad de cambiar un bombillo deben revisar muy bien sus bolsillos, para saber si podrán adquirirlo, ya que el costo de los mismos se incrementa día a día. Una unidad de estas puede valer de mil 200 a Bs. 10 mil bolívares en los diferentes mercados. Pero la solución a tan alto costo al parecer está la vuelta de la esquina y se puede resolver con apenas 150 bolívares, ya que en uno de los principales pasillos del mercado periférico Las Pulgas, se encuentra el señor Benito Castellanos, quien desde su humilde mesa de trabajo se gana la vida tras haber descubierto como reparar bombillos ahorradores.

Castellanos asegura que la idea nació hace dos años, cuando quedó desempleado, desde ese entonces realiza esta práctica con la cual ha podido seguir llevando el pan a su mesa.

“Cuando me quedé desempleado hice un curso de electrónica y comencé a reparar televisores, consolas de Nintendo, equipos de sonido, casi todo lo que tuviese que ver con electricidad, o sea a lo primero que trajeran había que echarle pierna, pero un día uno de los compadres me preguntó si existía la posibilidad arreglar bombillos, investigamos, seguimos un video por internet y eureka, aprendimos como reparar bombillos ahorradores, y de eso he vivido hasta ahora”, sentencia Castellanos.

¿Cómo reparar bombillos ahorradores?

La reparación de bombillos inicia con separar la estructura de vidrio de la base, precisamente para destapar la placa del circuito, ahí es donde se encuentra el núcleo de la falla que según los expertos en el tema pueden ser varias. La más común entre esas es el despegue de los filamentos, que son los encargados de conducir la energía eléctrica, por lo que estos se deben soldar para recuperar su conectividad.

Castellanos asegura que, a su mesa llegan a diario no menos de 100 personas con dos o tres unidades de estas y en apenas unos 5 minutos se ahorran miles de bolívares al reparar sus bombillos.

“Diariamente llega mucha gente, a veces no da tiempo porque son muchas personas, sin embargo, a medida de lo que tenga cada bombillo voy resolviendo el día…, hay gente que se aparece con 10 y hasta 20 bombillos no sé si es que los están revendiendo la cuestión es que yo cumplo con hacer mi trabajo”, afirma Castellanos.

Pero no todo es color de rosas, pues a pesar de lo sencilla que es la reparación, ésta puede significar un gran peligro para quienes se dedican a la actividad, ya que, si no se trabaja en un ambiente bajo estrictas medidas de seguridad y con los implementos necesarios, el mercurio contentivo de estas luminarias puede expandirse como vapor en el aire, lo que es absolutamente nocivo.

Algunos habitantes de Maracaibo que han acudido al llamado reparador de bombillos aseguran que esta ha sido la salvación del bolsillo ante los altos costos de estas unidades en los establecimientos comerciales, como el caso de José Noguera.

“Me habían dicho que alguien reparaba bombillos, pero no lo creía hasta que lo viera con mis propios ojos, le traje dos y en menos de 15 minutos me voy a mi casa con dos bombillos casi que nuevos por apenas 300 bolívares y lo mejor es que con el bolsillo lleno porque me ahorre 3 mil 200 bolívares.

También está Guillermo Fajardo quien tras cansarse de esperar a que la Secretaría de Educación del Zulia destinara los recursos para adquirir insumos para la escuela en la que labora, decidió sacar de su bolsillo un poco de dinero para poder retomar las actividades escolares del laboratorio de informática.

“A veces hay que hacer el esfuerzo, las clases en ese salón estaban suspendidas por la misma situación, pero pasé a repararlo y por suerte no es mucho…, creo que en las peores desgracias es donde debemos ver las oportunidades y esta es una de ellas”, sentencia Fajardo.

Así que si a usted se le dañó algún bombillo no lo piense dos veces y atrévase a repararlo usted mismo, pero sobre todo ahorre dinero porque otra alternativa ante la grave crisis nació.