Padres evalúan los precios de regalos de navidad para sus hijos, pues los juguetes varían entre 15 mil y 150 mil bolívares los más económicos.
El Niño Jesús o el San Nicolás de este 2016 se las verá difícil para cumplir con los regalos de navidad en vista de los altos precios que se observan en las principales jugueterías del país. En Ciudad Guayana, según sea la búsqueda, los costos varían entre 10 mil y 80 mil bolívares, pudiendo incluso superar la cifra el juguete o la nueva exigencia de los más pequeños, quienes ahora prefieren equipos electrónicos de obsequio en diciembre o cumpleaños.
Una pelota de plástico, por ejemplo, puede costar 15 mil bolívares. En San Félix todavía se consiguen algunas opciones más económicas, pero que sin duda, no deja de pegar al bolsillo de los padres venezolanos.
Para quienes se mantienen con los tradicionales regalos de navidad observan muñecos de acción, para los niños, cuyo valor oscila entre 50 mil y 65 mil bolívares; los peluches, según su tamaño, varían de 12 mil a 80 mil bolívares, desde el más pequeño al más grande.
Igual sucede con bolsos de figuras de acción o las populares princesas de Disney, los cuales valen entre 14 mil y 18 mil bolívares los pequeños; y 30 mil y 37 mil los grandes. Para los mini deportistas, el valor de los artículos dependerá más que todo de la marca, las más populares son las que pueden costar hasta 60 mil bolívares, y 35 mil las menos tradicionales. Si se trata de muñecas y accesorios, el gasto puede requerir hasta 150 mil bolívares.
Regalos en crisis
Para los padres es más difícil quitarles la ilusión a sus hijos de contar con sus regalos de navidad, muy a pesar de la crisis económica que afecta al país. ¿Cómo harán este año? ¿Cuál es el plan B?
Algunos siguen optando por la búsqueda de opciones más baratas, apostando al pago de utilidades y hasta adelanto de vacaciones aunque no sean disfrutadas. Este el caso de Felipe Rojas, padre de un niño de cinco años.
«Yo pedí el pago de mis vacaciones para poder juntarlas con las utilidades. Mi esposa también hizo lo mismo. No viajaremos, como hacíamos antes, pero con eso resolvemos para comprarle el regalo al niño y algo nos queda para la comida del 24 y 31, para no pasarlo por debajo de la mesa».
María Jiménez no tiene esta misma opción. En su caso, intenta cambiar la visión de su hija sobre un «regalo sorpresa del niño Jesús», en lugar de un pedido.
«Yo he aplicado la misma que mis padres cuando yo pedía un regalo caro. Le digo que el niño Jesús no tiene mucho dinero y que le tiene que comprar regalos a otros niños y no le alcanzará, y que esta vez a todos los traerá un regalo sorpresa (risas). No le puedo comprar una muñeca que cuesta 80 mil bolívares, pero sí le compraré su regalo, según las cosas que le gusta, pero más económico».