El jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, afirmó hoy que, “francamente”, le “traen sin cuidado” las críticas del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ya que no es la primera vez, y subrayó que su “obligación” es defender a los venezolanos.

En declaraciones a la emisora de radio Onda Cero, Rajoy eludió replicar a Maduro después de que ayer, en una intervención en televisión, tachara al Gobierno español de “corrupto, racista y colonialista” y le recomendara “ponerse en cuatro patas porque lo que le viene es pela (paliza)”, después de haber apoyado las sanciones de la Unión Europea contra Venezuela.

La UE anunció el pasado día 22 sanciones contra el “número dos” del chavismo, Diosdado Cabello; el presidente del Tribunal Supremo venezolano, Maikel Moreno, y el ministro de Interior y Justicia, Néstor Reverol, por la “represión” en Venezuela.

Hoy, el jefe del Ejecutivo español consideró “muy merecidas” estas sanciones ante “las brutales decisiones y la forma de entender la democracia del señor Maduro”.

“Y el resto de los comentarios, francamente, me trae sin cuidado”, apuntó Rajoy sobre las descalificaciones del presidente venezolano.

Rajoy consideró “sensato y razonable” que España lidere la acción política de la UE ante la situación en Venezuela, porque, dijo, “es su obligación y alguien tiene que ayudar a personas que están siendo tratadas como están siendo tratadas” por las autoridades venezolanas.

“Lo único que quiero para Venezuela es democracia, libertad, derechos humanos, que se respete a las personas y que los presos políticos salgan a la calle. Quiero exactamente para los venezolanos lo mismo que para los españoles”, enfatizó.

Tras recordar que los venezolanos son los que más peticiones de asilo presentan en España, Rajoy insistió en que tiene la obligación de defenderles por “razones históricas, de presente y de futuro”.

En los últimos años han sido frecuentes las descalificaciones de Maduro hacia Rajoy, que en ocasiones han provocado que España llamara a consultas a su embajador en Caracas y que el embajador venezolano en Madrid fuese llamado al Ministerio de Asuntos Exteriores español.