La crisis eléctrica en Venezuela están relacionadas a un parque termoeléctrico colapsado por falta de mantenimiento y mala gerencia.
Los intensos apagones por horas y hasta días en diferentes estados del país expone la crisis eléctrica en Venezuela la cual se ha registrado desde 2010 cuando se implementó un cronograma de racionamiento, que luego repitieron en 2016. En aquella oportunidad lo atribuyeron a la sequía de los embalses por el fenómeno climático El Niño.Otro argumento que ha dado el Ministerio de Energía Eléctrica es presuntas acciones de sabotaje, con robos de cableados. Sin embargo, expertos han venido advirtiendo sobre la agudización de la crisis, no por falta de inversión precisamente, sino por falta de gerencia y mantenimiento de las termoeléctricas.El ingeniero y exgerente de la extinta Oficina de Planificación de Sistema Integrado (Opsi), Miguel Lara, destacó que lo que ocurre con el sistema eléctrico es que «día se encuentra en peor condición en todos sus aspectos. A medida que transcurre el tiempo se ha venido deteriorando, degradando. Cuando digo en todos sus aspectos incluye la generación, la transmisión, distribución, lo laboral, financiero, administrativo».Actualmente la generación de energía eléctrica en el país es de 36.000 MW aproximadamente, para una demanda de 12.000 MW, pudiendo llegar a los 14.000 MW.«No se explica cómo es que con una capacidad que triplica una demanda, entonces hay racionamiento. No puede ser sabotaje. Cuando usted tiene una Región Capital que sigue siendo privilegiada porque no hay racionamiento programado, pero está siendo afectada por racionamientos forzados, tiene una capacidad instalada de 4.000 MW para una demanda de 2.000 MW, pero apenas funcionan 1.000, es porque hay problemas en esa región», explica Lara.«Esa generación que se produce en la Región Capital es muy inferior, pero casi la mitad de lo que se producía en el año 1998. Se ha instalado muchísima capacidad de generación en el área capital, pero resulta que hoy se genera menos que hace 20 años. Lo mismo sucede con la región de Maracaibo, que tiene 3.200 MW de capacidad instalada para una demanda 1.800 MW, pero si produce 500 MW también es la mitad de lo que se producía hace 20 años», añade el especialista.En la Región Andina se oficializaron los planes de administración de carga, de entre cuatro y ocho horas. Lara señala que aunque no ha crecido la demanda, de la capacidad térmica instalada -cerca de 1800 MW- funciona apenas un 5%.«Con esos niveles de generación del parque termoeléctrico, no tiene suficiente para suplir una demanda reducida, se añade lo que pasa en transmisión, líneas, no es sabotaje,
La excusa de la sequía
Actualmente, Venezuela depende de un 80% de las hidroeléctricas, cuando anteriormente era de 60%. Eso debido a que no hay funcionamiento óptimo del parque termoeléctrico.Sobre el racionamiento en la región andina. Lara indica que se han profundizado porque hubo una sobreexplotación de los embalses, que son pequeños, con poca capacidad de regulación. «En las épocas secas todos los embalses bajan, y no es lo que determina si el embalse se seca o no, es su uso, esa mala praxis operativa, donde se usa como que no hubiera más nada y para tratar de disfrazar un racionamiento se apuesta a que llueva en época seca. Por supuesto que las probabilidades de fracasar son máximas y totales. En la época seca tiene que preservar esos embalses, darle un uso moderado, bajarle a la producción de hidroelectricidad y subirle a la producción de termoelectricidad», puntualiza el exgerente de la Opsi.La represa Tocoma, en la región Guayana, donde también se ubican los grandes embalse Guri, Caruachi y Macagua, iban a aportar 2.700 MW al sistema eléctrico nacional. La construcción inició en 2007 y a la fecha no ha sido concluida.Sin embargo, Miguel Lara destaca que «si Tocoma se hubiera construido, los racionamientos serían iguales, porque usted no tiene manera de sacar esa energía». ¿Cómo solventar la crisis eléctrica en Venezuela? El exgerente de la Opsi s enfático al afirmar que es necesario un cambio de modelo de gestión.«La única forma de salir de la crisis eléctrica en Venezuela es con un cambio político, y después el equipo al frente sea con conocimientos técnicos y suficiente ética para darle el mejor uso y destino a los cuantiosos recursos que se requieren para poner en funcionamiento el sistema eléctrico», puntualizó.