bloques de racionamiento de luzLos bloques de racionamiento de luz aunque no afectan al Hospital Central de Maracay, atacan a ambulatorios y centros de salud de Aragua.

Los bloques de racionamiento de luz que empezaron este lunes,

se suman a la grave crisis de emergencia humanitaria en salud por la escasez de insumos médicos, lo que colmó la paciencia de los profesionales de la medicina y demás personal del sector salud de Aragua.

Aunque en el Hospital Central de Maracay (HCM) personal aseguró que los bloques de racionamiento de luz no se aplican al nosocomio, el resto de ambulatorios y demás centros de salud en la entidad entran en colapso y no solo afecta la prestación del servicio sino que pone en riesgo la vida de quienes allí laboran.

Médicos que laboran en el HCM se cansaron de ejercer la medicina de guerra, término aplicado dada la escasez de insumos que los obliga a trabajar con las uñas para defender el juramento Hipocrático.

Los médicos se reunieron en asamblea en el principal centro asistencial de la entidad donde el acceso a la prensa está totalmente prohibido, so pena de persecución por parte de trabajadores de seguridad cuya orden que reciben de la Corporación de Salud de Aragua es mantener alejados a los periodistas del centro asistencial.

La emergencia dejó de ser el espacio físico donde ingresan los pacientes, para convertirse en una condición que agrava la prestación del servicio que se supone gratuito.

“Llegamos al tope de la paciencia”

Una de las profesionales de la medicina del HCM aseguró a elcorreodelorinoco.com que llegaron al tope que les permite la paciencia.

“¡La tolerancia se acabó! nos irán a meter a presos a cien o doscientos médicos como pretendieron hacerlo con el presidente del Colegio de Médicos, Ángel Sarmiento, pero ya es suficiente. La comunidad le echa la culpa al médico de la crisis, pero nosotros no somos fabricantes de insumos médicos. Entonces entra la disyuntiva que nos llevamos los insumos de los hospitales porque así se le hace creer al paciente, eso es un golpe bajo del gobierno. Aquí lo que aplicamos son métodos de guerra para salvar vidas”, señaló la médico que participó en la asamblea.

Como parte de los bloques de racionamiento de luz se pretendió aplicar diariamente de 4:00 a 6:00 de la tarde según comunicado de la dirección del HCM, pero los médicos se opusieron rotundamente a la decisión.

La denunciante puso como ejemplo la falta absoluta de solución fisiológica al 0,9 % y la escasez de sutura. “La cavidad abdominal solo se puede suturar en su aponeurosis con vicryl número 1, luego con sutura cero, pero eso de saturar con lo que haya trae como consecuencia que el paciente se eviscera y nuevamente tiene que entrar a pabellón. Solo en un mes contamos 17 evisceraciones”, explicó la galeno.

El paciente tiene que comprar su propia sutura que se consigue en la calle en 2 mil bolívares cada una y en cada intervención se puede necesitar hasta cuatro de ellas. Dijo que una intervención quirúrgica en el HCM oscila entre los 50 y 100 mil bolívares porque tampoco hay soluciones endovenosas que en su precio real se ubica en Bs. 380, pero la realidad del machaqueo en el país ubica el producto sobre los 3 mil bolívares.

El gremio médico junto a la Intergremial de Salud en la entidad aragüeña se pronunciará al respecto en una acción de protesta que se espera en el transcurso de los próximos días.

Ambulatorio de Palo Negro a oscuras y sala de parto a media máquina

Desde el Ambulatorio de Palo Negro una de las trabajadoras señaló que están bajo el esquema del racionamiento eléctrico. Muy poco importa el servicio que prestan, igual deben soportar las 4 horas diarias sin luz gracias a los bloques de racionamiento de luz.

“La inseguridad se incrementa hasta para entregar y recibir la guardia, porque no todos los servicios cuentan con plantas eléctricas. Ni siquiera funcionan las lámparas de emergencia para valorar a los pacientes».

«En sala de parto no se puede evidenciar los el color de los loquios (flujo sanguinolento vaginal post parto) de la paciente tampoco hay luz para la administración y preparación de tratamientos. Ni se diga la pesadilla de la hora de descanso, entre zancudos”, denunció la trabajadora.

Citó como ejemplo el jueves correspondiente al bloque del racionamiento de luz que inicia a las 4:00 de la madrugada y culmina a las 8:00 am.

La guardia la reciben a oscuras, no hay energía eléctrica en todo el sector y quien entrega la guardia debe salir en tinieblas. Agradeció a Dios que el racionamiento eléctrico no llega a los consultorios y que los primeros días bajo el apagón por poco se convierten en superman o la mujer maravilla para poder prestar el servicio de salud.

“Cuando se va la luz y estoy de guardia prácticamente me dedico a matar zancudos, no se sabe quien entra ni quien sale, solo se escuchan los pasos”, concluyó la profesional de la salud.