racionamiento

Tanques de agua en los techos de los chorros

El racionamiento de agua acordado para 2016 en Caracas por Hidrocapital fue una farsa. Los ciudadanos denuncian que no se ha cumplido con el cronograma acordado.

En la urbanización Los Chorros en el este de Caracas, el 80% de las casas tienen un tanque de agua en el techo. Esto se debe a que el suministro del servicio es sumamente irregular. La situación ha empeorado en lo que va de 2016. A pesar de que se anunció un cronograma de racionamiento por parte de Hidrocapital, el mismo no se ha cumplido.

Algunos fines de semana los vecinos tienen agua durante todo el día, mientras que de lunes a viernes solo les llega desde las 5 am hasta las 6 am. Un habitante de la zona comentó, sin embargo, que esta semana les sorprendió el que hubo acceso también jueves y viernes.

Urbanización los chorros de Caracas

Pero esta no es la única urbanización capitalina donde hay denuncias de este tipo. Se repite, por ejemplo, en El Paraíso y Montalbán. Adicionalmente, algunos condominios de edificios realizan un racionamiento adicional al de Hidrocapital en un intento por que el agua del tanque común rinda a todos los propietarios.

Cronograma según Hidrocapital

En Juan Pablo II, en el oeste de la ciudad, la política de racionamiento lleva más de 4 años. Se hacía únicamente lunes y miércoles; sin embargo, desde enero de 2016 se extendió la medida y los vecinos no tienen servicio de agua desde la noche del domingo hasta la mañana del miércoles.

En Santa Mónica viven sin agua tres días de la semana, una joven consultada en la zona indicó que ha tenido que modificar su estilo de vida en función de esto.

«Algunas veces me voy a casa de mi novio y me quedo allá para bañarme cuando sé que no va a haber agua en mi casa».

Quienes cuentan con recursos, no únicamente tienen un tanque de agua en sus casas, sino que de ser necesario pueden contratar un camión cisterna por Bs. 8 mil para llenar el tanque de 12 mil litros que a una familia de 5 personas le rinde para aproximadamente dos semanas.

Además de la molestia de no poder contar con el agua todos los días, los ciudadanos se quejan de la intermitencia incontrolada del servicio que no les permite, entre otras cosas, planificarse correctamente.