El racionamiento de agua en el estado Zulia no parece tener fin tal como sucedió con el eléctrico, algunas comunidades pasan hasta 20 días sin servicio y nadie se responsabiliza
El racionamiento de agua en el estado Zulia sigue en subida, pues desde el año 2014 las autoridades ambientales diseñaron un plan de distribución de agua que, con la medida del tiempo y de las condiciones de los tres principales embalses de la región, se ha ido extendiendo para preservar las reservas del vital líquido.
Lo que en un principio se trató de un ligero racionamiento de agua, hoy continúa siendo el clavario de los zulianos pues de pasar dos días sin servicio y uno con agua, este fue extendido oficialmente hasta por siete días y, el día que se activa, sólo llega por pocas horas a los hogares zulianos.
Zulianos con sed por racionamiento de agua
El actual racionamiento de agua solo distribuye una vez por semana el vital líquido, quienes viven al norte de la entidad deben arreglárselas para poder convivir y sobrevivir a la brutal sequía que azota la región.
Lavar, bañarse y cocinar se volvieron tareas imposibles para los zulianos pues, deben acumular agua hasta en las cucharas para poder tener una reserva que les ayude a mitigar los efectos del calor en sus momentos más críticos.
La situación ha afectado gravemente a quienes trabajan con el agua como el caso de Emilia López, una habitante de Maracaibo que lleva el pan a su mesa lavando y planchando ropa ajena, y tras el último racionamiento de agua su negocio se vino al suelo.
“He perdido mucho dinero que ganaba lavando, por semana hacía tres o cuatro lavadas, con eso me mantenía para comprar comida, ahora sólo lavo una vez, primero ligando que haya agua y segundo conseguir el jabón”, sentencia López
Hay quienes sencillamente el servicio de agua jamás les llega y deben pagar la distribución que realizan los camiones cisternas, pagando un sueldo mínimo para llenar un tanque que, tal vez, les dure sólo una semana.
“Hemos aprendido a bañarnos a fuerza de baldes”
“Porque pagar un camión cisterna son 15 mil y hasta 17 mil bolívares…, la bomba ha tocado apagarla, sólo la enciendo para bajarle bomba a las pocetas, porque es la única forma de rendir no sólo el agua sino los cobres”, manifiesta Dulce Colmenares, otra habitante de Maracaibo.
A quienes les llega el servicio el día que corresponde al racionamiento de agua buscan cualquier envase como botellas de agua o de refresco para poder almacenar el líquido, ya que oficios tan vitales como cocinar también han sido perjudicados por la regulación de distribución.
“Gracias a Dios no ha vuelto a salir sucia, porque eso no servía ni para hervir del barro que traía…, cualquier pote que vea me lo llevo para la casa porque si no cómo cocino, un tanque de plástico vale 95 mil bolívares…, cuando se acaba comienza el sufrimiento porque nadie tiene y los vecinos no te van a regalar, porque aquí el agua es oro”, exclama Dominga Lugo.
Situación de los embalses zulianos
Tras varias inspecciones en los reservorios del Zulia, que realizó en marzo de este año, Ernesto Paiva, ministro de Ecosocialismo y Aguas, informó que para las primeras semanas de abril realizarían una evaluación a los niveles de los embalses para determinar el funcionamiento del esquema de racionamiento de agua, debido a que los embalses presentaban un nivel muy bajo de agua de apenas 52 millones de metros cúbicos, duración que dependería de la administración que se les dé a dichas reservas.
“Si es necesario algún cambio lo anunciaremos oportunamente para que la comunidad conozca las razones y puedan tomar precauciones…, esperamos que comiencen las lluvias”, afirmó Paiva.
Esa, fue su última declaración con respecto al racionamiento de agua, y desde entonces no regresó a al Zulia a ofrecerle a sus habitantes una respuesta concreta que los desprenda del esquema de racionamiento a pesar de que la tan anhelada temporada de lluvias, finalmente llegó.