La frontera colombo-venezolana del Zulia sigue dando de qué hablar, pues los residentes de la zona denuncian la indolencia del gobierno nacional y regional, ante las grandes precariedades que atraviesan sus habitantes como la desnutrición infantil.
“Hay wayuü con cabello amarillo y no porque sean pintados, sino porque hay desnutrición”.
“No es posible que estemos en manos de un gobierno que no se preocupe por nuestros niños y abuelos enfermos. En nuestras comunidades los niños están muriendo por desnutrición, porque no contamos con comida ni con medicamentos para poder tratar sus enfermedades”, sentencia Maglerys Caro, dirigente indígena del Zulia.
Caro exige al presidente Nicolás Maduro y al gobernador Francisco Arias Cárdenas voltear la mirada hacia la zona de la frontera colombo-venezolana y que no solamente piensen en tomarlos en cuenta para sus organizaciones políticas o que los miren nada más cuando necesitan un voto.
“El gobernador sigue llenándose los bolsillos con los alimentos importados que traen por la frontera, a Arias Cárdenas no le importa que nuestros niños se mueran de hambre”.
“Es injusto que pasemos tantas necesidades, nuestros niños no merecen esto. En la revolución los niños no comen ni se educan…, nosotros no ganamos en dólares para comprar una harina colombiana” sentencia Caro.
La dirigente nativa asegura que años atrás se les prometió la construcción de una vialidad para conectar las diferentes comunidades, pero nunca se realizó; además denuncia que hay localidades con más de dos meses sin agua, y que ni siquiera pasa un camión cisterna.
“¡Es mentira que a nosotros se nos está atendiendo! ¡Nos estamos acostumbrando a vivir mal! Tomarnos el agua de pozo y eso nos está enfermando”
“Pedimos una vialidad porque estamos lejos de los centros poblados; para que una madre wayuü llegue de Paraguaipoa a un CDI tiene que recorrer más de 50 kilómetros en vano porque ni siquiera hay medicamentos”, denuncia Caro.
La dirigente finaliza asegurando que no hay ninguna institución que los represente, y debido al cierre de la frontera colombo-venezolana no consiguen los productos que necesita un ser humano para alimentarse.