Los profesionales en Venezuela siguen dedicándose al rebusque o ‘matar tigritos’ frente a la crisis económica.
La mayoría de los profesionales en Venezuela devengan un sueldo igual, por debajo o apenas un poco más del sueldo mínimo, que actualmente se ubica en 97 mil 531 bolívares, sin incluir los 153 mil bolívares de cestaticket, que llevándolo al precio del dólar paralelo, serían 9 dólares mensuales en promedio.
Es por ello que los profesionales en Venezuela siguen recurriendo al rebusque o llamado ‘matar tigritos’, trabajos extras para poder subsistir. Ya no se trata solo de hacer tortas o dulces y venderlos fiados a los compañeros de la oficina, ni siquiera vender productos por catálogos de empresas de cosméticos.
Miguel Martínez trabaja como chofer en una empresa de Ciudad Bolívar y gana sueldo mínimo. No cobra guardias porque solo está en el turno diurno, pero ya que cuenta con carro propio, que ya es difícil mantenerlo en buen estado por lo costoso de los repuestos, cauchos y baterías, aprovecha su vehículo para hacer viajes en el estado o entidades cercanas, como Monagas o Anzoátegui.
Con un viaje particular a Tumeremo ida y vuelta, por ejemplo, puede ganar entre 300 y 500 mil bolívares. Siendo de tres a cuatro horas de viajes.
“Mi sueldo es para comprarle la leche a mi hija y sus meriendas, el resto es para la casa junto con lo que gana mi esposa en la peluquería”.
La ventaja de saber inglés
Para los profesionales en Venezuela que dominan el inglés, esta ha sido otra de las herramientas para rebuscarse. Muchos se dedican a la traducción de textos, y en el caso de periodistas, trabajan free lance para algunas agencias escribiendo en este idioma.
“Trabajo como periodista independiente. Escribo a veces para algunas revistas o portales webs, unas en español y otras en inglés, hago traducciones de textos y hasta doy clases de inglés”, cuenta Patricia Rojas.
Para los educadores, el dar clases de tareas dirigidas en sus hogares ha sido siempre una opción.
“Algunas compañeras en la mañana trabajan en una escuela pública y en la tarde en una privada o al revés. Yo trabajo en un colegio privado en la mañana y en las tardes doy tareas dirigidas en mi casa, además de eso, hago tortas por encargo”, cuenta Fanny Muñoz, una maestra de El Tigre, estado Anzoátegui.
Mano de obra barata
El oficio de community manager para los periodistas y diseñadores gráficos también se han vuelto una excelente opción. Sin embargo, advierten que esto no significa recibir el pago esperado ni en dólares si se trabajo para una empresa en el extranjero.
“Quizás 100 mil bolívares como community manager no es mucho, porque manejo a una misma cuenta todas sus redes (Twitter, Facebook e Instagram), pero es una entrada de dinero que como está la situación, no puedo perder”, dice Alejandra Santos.
Para quienes tienen la suerte de cobrar en dólares significa otro negocio.
“He cobrado por PayPal y me han transferido a una cuenta de un amigo que tiene facilidad para sacarlo en efectivo. Esos dólares los guardo y los vendo en emergencias, cuando necesito mucho dinero que no tengo y tardaría meses en ahorrarlo”, contó otro de los tantos profesionales en Venezuela, dedicado a las comunicaciones, quien solo se identificó como Jonathan.