La planta de Cementos Venezuela funciona al 50% de su capacidad y trabajadores denuncian un cierre técnico. Luis Chaparro, dirigente sindical advierte que la producción de cemento va en picada.
La industria del cemento nacionalizada hace ocho años, hoy experimenta un preocupante paro técnico con una producción por debajo del 50% según denuncian sus trabajadores. Luis Chaparro, secretario general del sindicato de los trabajadores del cemento del estado, afirma que la planta de Cementos Venezuela (antigua Cemex), ubicada en el sector Pertigalete de Guanta, ha ido de mal en peor desde su nacionalización.
El dirigente laboral afirma que la planta productora de cemento experimenta hoy un paro técnico porque opera al 50% y menos de su capacidad operativa: “No estamos hablando de cualquier empresa, sino de la industria que produce el cemento, material indispensable para la construcción, sector que a su vez dinamiza las economías del mundo”.
Califica como una contradicción el que se hable de motores para dinamizar la economía nacional a la luz de la caída de los precios del petróleo, pero se está dejando caer un dinamizador por excelencia, como es la industria cementera.
Chaparro, quien en 2014 ejerció un derecho de palabra en la Asamblea Nacional, para referirse a esta situación e incluso se reunió con el presidente Maduro, afirma que a estas alturas todo sigue igual y hasta peor.
“Podríamos estar generando divisas con la exportación de cemento y Clinker (principal componente del cemento), pero la planta se está cayendo y requiere la modernización de equipos”.
Precisa que si se pone a tono, la planta estaría en capacidad de producir 3 millones de toneladas métricas al año y no 1 millón 600 mil como ocurre en la actualidad. Además de todo, la cementera se ha convertido en un elemento contaminante para el ambiente, perjudicando la salud de la población de Guanta.
Los trabajadores anuncian que continuarán realizando acciones de calle pues advierten que están en juego la estabilidad de decenas de familias que dependen de su trabajo en la planta productora de cemento.
Precisan que además del deterioro físico de la industria, la empresa socialista de cemento se ha negado a mejorar las condiciones del sector laboral. Muchos empleados esperan sin esperanzas, que se les reconozca el derecho a la jubilación por ejemplo, pese a cumplir con los requisitos de Ley.
Según explica Chaparro, continuarán acciones de calle, para demandar el rescate de la industria cementera nacional.